Tegucigalpa, Honduras. La oscuridad que predomina en bulevares, calles y barrios y colonias de la capital deja a los ciudadanos en estado de vulnerabilidad, especialmente durante las horas nocturnas, cuando se incrementan los asaltos debido a la falta de alumbrado público.
Al caer la tarde, obreros, estudiantes, padres de familia o cualquier cuidadano que salió de su casa sabe que es hora de regresar, porque la delincuencia acecha en cada esquina de ll, protegida por el manto de la noche.
Zonas como el anillo periférico, el centro histórico —incluyendo el puente La Isla, el Estocolmo y el parque central— permanecen totalmente a oscuras y, en muchos casos, solitarias, debido al temor de los peatones a ser asaltados.
La situación no es nueva. Según el vicealcalde del Distrito Central, Carlenton Dávila, el 60 % de los barrios y colonias del municipio tienen problemas con el alumbrado. “Hay fotoceldas dañadas, lámparas quemadas y otros componentes eléctricos que ya no funcionan”, detalló.
Dávila explicó que el problema se agrava por los programas de racionamiento eléctrico que afectan varios circuitos durante la noche.
“En algunas colonias, casi el 100% está a oscuras por la falta de lámparas en buen estado. “Cuando publico algo, de inmediato me caen hasta 30 solicitudes. Ahí es donde uno les llama y les pregunta: ‘¿cuántas lámparas tienen?’ Y me dicen, por ejemplo: ‘Tenemos identificadas 160’, lo que representa prácticamente todo el sistema de iluminación del sector”, ejemplificó el entrevistado.
Entre las zonas más afectadas se encuentran La Sosa, La Travesía, El Sitio, La Canaán, El Pedregal, Los Pinos y Villa Nueva. A estas se suman La Nueva Capital, La Unidad y Fuerza, y La Mary y Fleck de Flores, ubicadas tanto en Tegucigalpa como en Comayagüela, aseguró el vicealcalde.
El vicealcalde también criticó que el cobro por alumbrado público sigue reflejándose en los recibos de energía, a pesar de cientos de lámparas no funcionan. “La Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) debería hacer un replanteamiento en el tema de la iluminación versus la factura”.
Por su parte, el presidente del Sindicato de Trabajadores de la ENEE (Stenee), Miguel Aguilar, confirmó que muchas luminarias están dañadas por problemas en las fotoceldas, el desgaste general o el sarro en las líneas secundarias. También mencionó que la falta de poda de árboles afecta el sistema.
“Lo que se necesita es una licitación masiva para renovar el parque de luminarias. La ENEE viene haciendo procesos de licitación de lámparas LED y las está cambiando por lámparas de mercurio, y es un proceso que va avanzando”, explicó.
El sindicato ha propuesto que lo recaudado en concepto de alumbrado se destine a un fondo específico para renovar y mantener las luminarias. “En el país podrían faltar al menos medio millón de lámparas”, estimó el dirigente.
Según el entrevistado, serían alrededor de medio millón de lámparas las que podrían hacer falta cambiar para iluminar las ciudades de Honduras.
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Sin alumbrado público
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En tanto, los ciudadanos siguen a la espera de soluciones. Muchos capitalinos hacen solicitudes a la ENEE para que cambien o reparen las luminarias; no obstante, la mayoría de veces son ignorados.
En el bloque A8 de la Ciudad Lempira, por ejemplo, vecinos denunciaron que cinco lámparas llevan meses sin funcionar.
“Llamamos a la ENEE, mandamos la solicitud, pero no responden. Aquí ya se han registrado varios asaltos por la oscuridad”, relató un residente.
