Los enormes agujeros del anillo periférico se cubren con ladrillos.
Esa es la opción que han encontrado algunos moradores de los alrededores del corredor vial ante la desidia de las autoridades de Soptravi para reparar el principal corredor vial, pese a que se cae a pedazos.
En los tramos más dañados se observan baches llenos de material de construcción.
Y es que el 50 por ciento de la segunda, fase que comprende desde el puente de Loarque hasta la colonia Víctor F. Ardón, el pavimento está destruido.
Las mismas autoridades de la Dirección Nacional de Tránsito (DNT) han condenado la indiferencia, ante tan grave problema.
“Es una lástima que los capitalinos estén destrozando sus vehículos, por el mal estado del anillo periférico”, cuestionó ayer Regino Aceituno,
jefe de revisión de unidades de la DNT.
A su criterio, el crítico estado de la vía pone en peligro la vida de los conductores y la útil de los automóviles.
Según Aceituno, los costos que genera caer en un bache como los que hay en el eje carretero llegan hasta los 5,000 lempiras, dependiendo de la marca y calidad del vehículo.
“Los sistemas de amortiguación no duran en los carros livianos, y en las rastras y camiones las hojas de resortes se quiebran”, aseguró.
Las autoridades de Soptravi anunciaron que las reparaciones estarán a cargo de la empresa que va a terminar el tramo pendiente de construcción.
El inicio de los trabajos está anunciado para mayo próximo, aunque hasta el momento se desconoce el nombre de la empresa que los hará.
Mientras, las autoridades municipales buscan una alianza que permita un operativo de reparaciones de emergencia.
