Los más de 40 vendedores ambulantes que ofrecen sus productos en carretas en la cuarta y quinta avenida de Comayagüela fueron obligados a retirarse de la zona por las autoridades de Orden Público de la Alcaldía.
El operativo generó un zipizape entre los buhoneros que se negaban a abandonar sus puestos y los inspectores, lo que provocó que se tuviera que pedir el apoyo de la Policía Nacional.
La medida de la gerencia de Orden Público pretende tomar el control de la zona y no permitir que los vendedores temporales invadan estas vías impidiendo el paso peatonal y vehicular.
El zafarrancho que se armó fue debido a que los vendedores, al ser requeridos por las autoridades, tomaban sus carretas y salían corriendo, para no perder el producto que representa su sustento y que les fue decomisado a unos 40.
“No nos dejan trabajar, nosotros aquí no le robamos a nadie, vendemos nuestro producto en carretas porque no tenemos capacidad para alquilar un local. Hacemos esto porque tenemos hijos y debemos darles de comer”, dijo una vendedora de lichas, quien pidió omitir su nombre.
Según Alejandro Agurcia, gerente de Orden Público, los comerciantes fueron advertidos antes sobre que debían abandonar las calles.
“El objetivo es controlar un poco el desorden de los vendedores de temporada que se toman la cuarta y quinta avenida, desde la tercera hasta la novena calle, estaremos permanentemente en la zona. Estas personas deben entender que no podemos continuar siendo parte de un desorden”, dijo Agurcia.
Según el funcionario, algunos vienen de las bodegas a vender sus productos y eso crea una competencia desleal para los comerciantes que sí tienen sus puestos durante todo el año.