Tegucigalpa

Fuerte exigencia de rebajas a las tarifas del transporte

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06.01.2015

Tegucigalpa, Honduras

Las cifras son frías y evidentes, pero de momento no valen nada en el transporte público del Distrito Central.

Al menos ese es el pensamiento de los capitalinos, quienes claman por una reducción al pasaje del transporte a raíz del desplome en el precio de los combustibles de 30 lempiras la gasolina y 23 lempiras el diésel, en los últimos meses.

Sin embargo, los ciudadanos acusan a la intransigencia de los transportistas y la complicidad del gobierno de mantener los elevados precios, a pesar de la tendencia a la baja de los carburantes.

En ese sentido, la norma de subir la tarifa del transporte cuando aumentan los combustibles no se aplica inversamente, cuando desciende el valor, cuestionaron en bloque.




Revisión urgente

Las incongruencias entre los precios también ha despertado la inquietud y las exigencias de las asociaciones protectoras de los consumidores.

“Vemos una política injusta, cuando aumenta la gasolina, sube todo; pero ahora no quieren rebajar”, reclamó Gloria Pérez, presidenta del Comité de Defensores de los Consumidores de Honduras (Codecoh).

En ese sentido, exigió a las autoridades del gobierno central realizar un estudio sobre los últimos ajustes aplicados al pasaje, así como los valores que tenían los carburantes en ese momento de cambio.

Asimismo, el análisis debe determinar el nuevo precio del transporte urbano, ya que indudablemente debe efectuarse una rebaja, consideró Pérez.

Y es que en la pasada administración se estableció una fórmula escalatoria para aplicar automáticamente los cambios, sin necesidad de entrar en protestas o movilizaciones.

Sin embargo, esta norma parece aplicarse únicamente en los momentos alcistas de los carburantes, según las críticas de los pasajeros afectados.

Por otra parte, la presidenta de la defensoría de consumidores acusó a Yovanny Dubón, titular de la Dirección General de Transporte (DGT), de mantener una postura cerrada ante el polémico caso.

“Hemos tratado de reunirnos y no es accesible. Lo único que responde es que él no tiene nada que ver con los consumidores”, afirmó Pérez.

EL HERALDO intentó obtener la reacción del director de la DGT, pero informaron que no estaba en su despacho. Igualmente, no fue posible contactarlo vía teléfono.

El equipo también intentó ayer abordar al presidente Juan Orlando Hernández sobre la revisión de tarifas luego de su participación en la graduación de 97 miembros de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC).

Sin embargo, ni siquiera fue posible acercarse al gobernante debido a una numerosa escolta que a base de empujones y regaños impidió a los medios de comunicación abordar al mandatario.

Asimismo, el equipo trasladó la solicitud de una entrevista a la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep), pero dijeron que nadie, a excepción del ministro Roberto Ordóñez, podía brindar declaraciones.

Sin embargo, en sus últimas declaraciones, Dubón argumentó que una rebaja no puede aplicarse automáticamente, pues la tarifa se mantuvo aunque la gasolina superó la barrera de los 100 lempiras.

Este argumento también es la excusa de la dirigencia del transporte urbano para oponerse a la reducción del pasaje.

Asimismo, el precio de la canasta básica de repuestos no ha bajado, siendo clave para determinar la tarifa, justificó Jorge Lanza, dirigente del transporte.

Análisis confirma rebaja

A pesar de las justificación de los empresarios del rubro y la política desentendida del gobierno, las cifras confirman el reclamo de los usuarios.

EL HERALDO se dio a la tarea de recopilar los últimos ajustes al transporte público e investigar el valor del combustible durante esas fechas.

Los movimientos se reportaron en un período de siete meses de 2012, cuando el valor de los derivados del petróleo se movían como montaña rusa.

Resulta revelador que los precios actuales de los carburantes incluso están por debajo de los niveles existentes cuando se aplicó la última rebaja, lo que refuerza el clamor de una reducción sustancial.

Para el caso, el pasaje incrementó de tres a cuatro lempiras en marzo de 2012, después de trece alzas consecutivas, y la gasolina superior alcanzó 97.92 lempiras y el diésel 85.62 lempiras.

Sin embargo, luego de siete rebajas al hilo, el gobierno autorizó bajar el pasaje a 3.50 lempiras, en el momento en que la gasolina superior estaba en 90.58 lempiras y el diésel en 76.69 lempiras.

En alegrón de pobre terminó esta modificación, ya que la tendencia se disparó nuevamente y el precio regresó a los cuatro lempiras, con una superior valorada en 94.01 lempiras y el diésel en 80.05 lempiras.

Y de ahí el valor parece congelado, a pesar que el combustible ahora cuesta 12 lempiras menos que en la última rebaja. La superior vale 78.77 lempiras y el diésel, 68.89 lempiras. Los números hablan por sí solos...

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