Tegucigalpa, Honduras.- Cada Viernes Santo, las calles del centro histórico de Tegucigalpa se transforman en un escenario de fe profunda y reflexión. Decenas de feligreses se congregan desde tempranas horas para recorrer las 14 estaciones del Vía Crucis, reviviendo paso a paso el sufrimiento de Jesucristo en su camino al Calvario. Esta tradición, que mezcla liturgia, escenificación y oración, se ha convertido en una de las expresiones más significativas de la Semana Santa en la capital hondureña.
Más allá de una representación religiosa, el Vía Crucis es un llamado al recogimiento, a la empatía con el dolor del otro y a la esperanza que renace con la resurrección. Cada estación, cargada de simbolismo, ofrece una oportunidad para reflexionar sobre la vida, el perdón, la carga de nuestros pecados y la redención. En esta nota, te guiamos por cada momento clave de este recorrido espiritual que une a miles de capitalinos en un mismo sentir.