Tegucigalpa, Honduras.- La Ciudad de Tegucigalpa conserva en su casco histórico una serie de edificaciones que datan del siglo XIX y principios del siglo XX.
Sin embargo, varias de estas casas han sido abandonadas por sus dueños, dejando a la vista fachadas deterioradas, techos colapsados y paredes que se desmoronan sin que haya esfuerzos significativos por restaurarlas.
Varios de los inmuebles son construidos con adobe y materiales tradicionales, lo que han ido cedido al paso del tiempo y la falta de mantenimiento. Hay viviendas que parte de sus estructuras han caído poco a poco.
“Aquí hay muchas viviendas con fachadas descuidadas, pintura descolorida y paredes descascaradas, sin que los dueños se preocupen”, comentó un visitante del centro histórico.
Uno de los ejemplos más notorios se encuentra en la avenida Jerez, cerca del “Hoyo de Merriam”. Donde algunas casas muestran un deterioro avanzado, con muros desplomándose y escombros acumulándose en la vía pública.
Según datos del centro histórico de Tegucigalpa, la ciudad alberga aproximadamente 375 edificaciones antiguas, de las cuales 329 son de propiedad privada.
Esto representa un reto para la conservación del patrimonio, ya que el mantenimiento y restauración dependen directamente de los propietarios, quienes, en muchos casos, no muestran interés en preservar estos bienes históricos.
El problema del abandono no solo afecta la imagen de la ciudad, sino que también genera riesgos estructurales.
El titular del IHAH, Rolando Canizales, explicó que la institución establece lineamientos de conservación que los propietarios deben acatar. Sin embargo, el incumplimiento de estas normas es frecuente, lo que agrava el problema.
“Puede haber multa de uno a dos millones de lempiras y también puede haber responsabilidad de tipo penal en este último caso interviene el Ministerio Público”, advirtió Canizales.
A pesar de las sanciones contempladas, en la práctica, pocos dueños han sido penalizados por el abandono de sus propiedades. La falta de aplicación efectiva de las normativas ha permitido que muchas viviendas sigan en estado de ruina sin consecuencias para sus propietarios.
Algunos expertos sugieren que se deben implementar incentivos para la restauración del casco histórico y programas de financiamiento para la rehabilitación de edificaciones antiguas.
La ciudadanía también juega un papel importante en la preservación del patrimonio. La presión social y la denuncia activa pueden contribuir a que las autoridades presten mayor atención a esta problemática y a que los propietarios se sientan obligados a actuar.