Sucesos

Tres padrastros y tres historias de dolor, salvajismo y muerte

En las últimas dos semanas, tres menores fueron golpeadas brutalmente por sus padrastros, una de ellas perdió la vida; 330 denuncias de maltrato en contra de menores recibió la fiscalía en 2012.

01.02.2013

La cadena de la violencia se podría ver reflejada en las furiosas actitudes de los padrastros agresivos, afirman psiquiatras.

En las últimas dos semanas, los casos de violencia intrafamiliar de padrastros a hijastros han sido más frecuentes. El pasado 13 de enero, Rony Julián Sánchez Rivera, de 20 años, casi le quita la vida a su hijastra de dos años al golpearla brutalmente.

A Sánchez no le bastó con romperle una varilla de madera en la espalda a la menor, sino que continuó pegándole con una faja de cuero hasta que fue rescatada por la policía en el barrio Sunsery de San Pedro Sula.

Otro exabrupto hecho fue registrado el 26 de enero cuando una menor de 15 años fue agredida con un tuvo de hierro por su padre de crianza.

Al parecer su padrastro Belmo Armando Quintanilla Linares, de 38 años, intentó violar a la quinceañera, quien relató que desde que tenía 11 años Quintanilla le tocaba sus partes íntimas.

La cadena de violencia siguió con el indignante caso de una menor de dos años que perdió la vida en Guaimaca, al ser atacada por su padrastro Elmer Ilías Soto.

El desalmado sujeto habría cometido el repudiable crimen porque la menor no lo dejaba dormir.

Análisis

Para el psiquiatra Mario Aguilar, estas conductas pueden ser producto de agresiones anteriores. “No en el afán de eximir o aliviar estas situaciones, es muy probable que detrás de un agresor exista un antecedente de agresión en el cual algunos de ellos fueron víctimas”, explicó Aguilar.

Agregó que “no podemos asegurar que todo agresor ha sido víctima de agresión, pero es muy probable que esto sea una cadena, la cadena del círculo de la violencia que se viene reproduciendo generación por generación y se puede reproducir nuevamente en el futuro”.

Sin embargo, señaló que algunos de los agresores no fueron víctimas de violencia en su infancia, pero presentan conductas agresivas en sus hogares.

El también director del hospital de día del Mario Mendoza aseguró que para determinar el perfil de estos agresores se debe investigar también si estaban bajo los efectos de sustancias estimulantes como drogas o alcohol.

Aguilar explicó que existen algunas señales que pueden permitir a la pareja identificar si su esposo puede generar niveles peligrosos de agresividad.

“Tendríamos que verlo en un mosaico de actitudes conductuales, el agresor por lo general se vuelve violento en condiciones particulares, lo es con personas donde él se puede comportar con violencia y ante los demás tiene una conducta totalmente contraria”, comentó Aguilar.

Añadió: “es más, muchos agresores que agreden a sus hijos, los vecinos no los toman por tales y se sorprenden cuando se encuentran noticias de que estos aparecen como agresores porque por lo general se comportan como personas tranquilas, sumisas, sin dar mayores problemas”.

El psiquiatra recomendó a las madres o padres de familia prestar atención a los cambios de actitud de sus parejas y confrontar la situación para evitar graves trastornos en los menores.

“Si no se enfrentan estos problemas hay consecuencias graves por el temor en que ellos viven, en una situación de constante agresión, son niños que son traumatizados, viven seguramente con afecciones como el estrés postraumático de forma continua”, explicó.


Recuento

Ante estos últimos hechos, la Fiscalía de la Niñez dio a conocer el índice de maltratos a menores de edad en Honduras.

“El maltrato físico a niños y niñas en Honduras es un problema bastante acentuado, fuerte, solo en el año 2012 se presentaron aproximadamente 330 denuncias solo en Tegucigalpa, por maltrato psicológico, físico y todas las formas de maltrato que el Código de la Niñez establece”, informó. Existen casos de maltrato que van acompañados de homicidios o asesinatos. Esto motivó a esta Fiscalía a presentar requerimientos fiscales en los tribunales contra los responsables.

Muchos de los implicados en abusos, como los de tipo sexual, son quienes viven en el entorno familiar del menor, como el padre, madre, padrastros, parientes cercanos o vecinos. En total, el año anterior esta Fiscalía logró que se dictaran 95 sentencias en casos de adultos que cometieron abusos a menores, entre violaciones, homicidios y lesiones.

Cantidad similar se obtuvo en San Pedro Sula. Recomendó promover campañas para erradicar la violencia a niños y niñas. Lamentó que algunos justifican el castigo corporal como un mecanismo de disciplina, esta conducta está prohibida por el Código de la Niñez y convenios internacionales suscritos por Honduras.

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