Tegucigalpa, Honduras.- Arabella Nájera, conductora de un taxi VIP, fue una de las últimas víctimas de la violencia contra las mujeres que impera en el país. La joven fue brutalmente asesinada en la colonia Dos Caminos, en Villanueva, Cortés.
Nájera fue atacada luego de aceptar una carrera a través de la plataforma InDriver, con destino a la zona donde fue ultimada.
Días antes, dentro de un costal y acompañado de la frase "por engañarme con otro", fue hallado el cuerpo de Nuvia López Montoya, de aproximadamente 25 años de edad.
El macabro hallazgo se produjo bajo un puente en la aldea Las Casitas. Sin embargo, se conoció que la joven residía en la populosa colonia El Carrizal.
Estas dos mujeres son parte de las 91 hondureñas asesinadas entre el 1 de enero y el 20 de mayo de 2025, según datos del Sistema Estadístico Policial en Línea (Sepol).
Según registros y análisis de datos realizados por EL HERALDO, unas 18 mujeres al mes pierden la vida de manera violenta en Honduras, una tendencia que genera creciente preocupación entre la población.
Los meses con mayor número de homicidios de mujeres, según el Centro de Derechos de Mujeres (CDM), fueron enero con 24 casos, febrero con 22 y marzo con 20.
Aunque en abril los casos se redujeron a 13, en mayo la cifra volvió a aumentar: 20 muertes en solo 20 días, por lo que el mes podría cerrar con el número más alto de asesinatos de lo que va de 2025.
Departamentos con más violencia
La violencia contra las mujeres se concentra en los departamentos más grandes del país: Olancho reporta 15 crímenes, lo que representa el 16 % del total; Francisco Morazán, con 14 casos, registra el 15 %; Cortés acumula el 12 % con 11 asesinatos, y Yoro el 8 %, con 8 muertes.
En su momento, el director de seguridad de la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ), Nelson Castañeda, lamentó que los altos índices de feminicidios se sumen a la impunidad, que ronda el 90 % de los casos.
“Pareciera que este fenómeno no le quita el sueño al gobierno y nos posiciona como uno de los países más violentos contra el género femenino”, cuestionó el miembro de la sociedad civil.
“En el Ministerio Público hay intenciones, pero muy poco recurso humano. Sin embargo, ¿qué pasa con las investigaciones dentro de la Policía Nacional? ¿Hacia dónde se destinan esos recursos, esos programas de prevención y protección para las mujeres?”, sostuvo.