La violencia siguió cobrando la vida de empleados municipales en Honduras. El turno le tocó la corporación municipal de La Ceiba.
Semanas atrás hubo atentados, amenazas y crímenes de ediles de San Pedro Sula, Esquías, Comayagua y de varias comunidades de Olancho.
Ángel Ovidio Salinas Torres, de 59 años, vicealcalde de la tercera ciudad más importante de Honduras, fue atacado por varios sujetos que acabaron con su vida.
Era un hombre pacífico, prudente, ameno y cordial.
Como funcionario se le conoció como un hombre recto y honesto y en el ámbito social destacó como líder de su Partido Nacional y por su proyección hacia su ciudad.
Nada indicaba que alguien tuviera intenciones de hacerle algún daño.
Incluso, cuando la Policía Nacional le ofreció seguridad a causa de la ola de violencia que vive su ciudad natal, la rechazó de inmediato.
Ángel Ovidio fue asesinado de seis impactos de bala cuando se dirigía a la Alcaldía.
Su crimen aún mantiene conmocionados a los ceibeños, quienes lloran amargamente la trágica partida del segundo al mando en la Alcaldía.
Las preguntas surgen a cada segundo sin que las autoridades puedan establecer respuestas.
Testigos afirman que el ataque fue perpetrado a las 7:00 de la mañana.
él iba a bordo de un vehículo Toyota pick-up, doble cabina, color azul, placa PDA0643.
Los hechos
Salinas Torres había salido de su residencia en la colonia Marisol y transitaba sobre la carretera CA-13 a inmediaciones de las colonias Ponce y Barranco Chele.
A unos metros de una distribuidora de lácteos fue interceptado por dos individuos que se conducían en una motocicleta.
Uno de ellos le disparó en varias ocasiones.
Seis balas impactaron en su cuerpo, lo que le hizo perder el control del vehículo que terminó volcado.
Los homicidas huyeron con rumbo desconocido, mientras los automovilistas que pasaban por la zona de detuvieron a intentar ayudar al vicealcalde.
Murió en el hospital
En la paila de un vehículo particular fue trasladado al Hospital Regional Atlántida, donde falleció cuando los médicos hacían esfuerzos por salvarle la vida.
Familiares, amigos, compañeros de trabajo y decenas de pobladores llegaron hasta el hospital, donde se mostraban conmovidos por el crimen, entre ellos Carlos Aguilar, edil de La Ceiba.
El silencio y las lágrimas se apoderaron de los presentes, quienes se negaban a creer lo sucedido.
José Rolando Paz Murillo, jefe de la Policía, manifestó que el pasado 15 de enero se reunieron con miembros de la Corporación Municipal para ultimar detalles de un plan de seguridad y les habían ofrecido protección a los regidores, intención que fue rechazada por el vicealcalde.
Caen sospechosos
Luego del asesinato se realizaron masivos operativos en diversas colonias ceibeñas en busca de los homicidas.
El mares por la tarde se presentó ante los medios de comunicación a Selvin Onán Argueta Almendares (19) y José Camilo Rosales Gómez (53), a quien la Policía vincula en el asesinato.
Según lo establecen, Rosales Gómez habría facilitado un vehículo a los sicarios para que huyeran de la ciudad.
El subcomisionado de Policía, Edilberto Brizuela, afirmó anoche que estos sujetos habrían facilitado un carro color gris, marca Kia Spectra.
Este carro se habría ubicado en las inmediaciones de la zona donde se cometió el crimen.
Tras perpetrar el atentado, los sujetos en moto se habrían desplazado hasta el automotor, donde la persona que disparó el arma bajó de la moto para abordar el automóvil.
Esto en virtud de que no podían circular los dos hombres en moto, por la prohibición existente.
La declaración de varios testigos fue fundamental para dar con el paradero de las personas.
El oficial relató que en efecto hay evidencias que ligan a los dos detenidos con el hecho criminal.
Reveló que, de confirmarse su participación, faltaría la captura de otro criminal.
Brizuela destacó que en los operativos realizados no se pudo encontrar el arma o las armas homicidas.
De momento, se sabe que el arma usada fue una 9 milímetros, ya que en la escena se encontraron 15 cápsulas de este calibre.
En el cuerpo del vicealcalde se contabilizaron al menos nueve perforaciones de bala.
Los detenidos aseguraron que no tienen nada que ver con el crimen del vicealcalde.
Salinas es el segundo miembro de una corporación municipal que muere de forma violenta en lo que va del año.
El 19 de enero pasado, el alcalde de Esquías, Comayagua, Wenrys Edelis Hernández Escoto, murió en un tiroteo provocado por una discusión en esa comunidad.
