Choluteca, Honduras. - La señora Mirna Ortiz, de 62 años, perdió la vida tras recibir múltiples impactos de bala mientras desayunaba en un puesto de baleadas frente al Palacio Judicial de Choluteca.
Ortiz, originaria y residente del barrio Morazán en Nacaome, fue atacada a plena luz del día, frente a transeúntes quienes no podían creer lo sucedido, sobre todo porque el crimen ocurrió a pocos metros de las oficinas de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y otras instituciones de seguridad.
Según trascendió, la familia de la víctima había denunciado previamente que ella estaba siendo perseguida por sujetos sospechosos.
Testigos relataron que dos personas a bordo de una motocicleta se acercaron y le dispararon sin mediar palabra antes de darse a la fuga.
Minutos después, agentes policiales llegaron al lugar, acordonaron la escena y realizaron el reconocimiento del cadáver.
Una joven, vestida con una camisa rosada y una falda floreada, llegó desesperada al lugar y, entre llantos, intentó acercarse al cuerpo de la víctima; sin embargo, los agentes le impidieron el paso.
El cuerpo de Ortiz quedó tendido boca arriba dentro del negocio donde comía. Vestía un pantalón blanco y zapatos rojos.
La dueña del establecimiento, abordada por la prensa, se limitó a decir: ”Sí, yo soy la dueña del negocio, pero no sé nada más”.