Tegucigalpa, Honduras.- Horas después de haberle quitado la vida a su padre, de 92 años de edad, un hombre fue capturado por agentes de la Policía Nacional en el caserío El Limón, aldea Azacualpa, municipio de Reitoca, departamento de Francisco Morazán.
La víctima fue identificada como Marcial Amador Barahona, de 92 años, quien murió de forma violenta tras ser atacado con un objeto contundente mientras descansaba en su vivienda.
El presunto autor del crimen es su hijo, Kelvin Mauricio Amador Zelaya, de 34 años, quien fue detenido por agentes de la Unidad Metropolitana de Prevención No. 14 (UMEP-14), con apoyo de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
Según información proporcionada por testigos y familiares, el hecho ocurrió aproximadamente a las 3:00 de la mañana del domingo, cuando el detenido se levantó de su cama, se dirigió al lugar donde reposaba su padre y lo atacó brutalmente con un garrote, provocándole una herida grave en la cabeza. A pesar de los esfuerzos de los vecinos por auxiliarlo, el adulto mayor falleció mientras era trasladado a un centro de asistencia médica.
Familiares informaron que el detenido presentaba antecedentes de trastornos mentales y había recibido tratamiento en el Hospital Psiquiátrico Mario Mendoza.
Este lamentable hecho se suma a otros casos recientes en los que el consumo de drogas, alcohol o enfermedades mentales no tratadas han derivado en agresiones graves o fatales entre familiares, una problemática que preocupa profundamente a las autoridades de seguridad.
El pasado 25 de julio de 2025, en el barrio El Carmen, en la ciudad de El Paraíso, departamento del mismo nombre, un hombre irrumpió violentamente en la vivienda de sus progenitores mientras dormían y utilizando un tubo de metal relleno de cemento, les causó lesiones mortales en la cabeza, que derivaron en su fallecimiento.
Posteriormente, se desplazó a otra vivienda donde residía su hermana y atacó de la misma forma a su sobrino de un año, quien lamentablemente también perdió la vida.
Hasta el momento, se establece que Joel Alexander Zelaya, responsable del triple crimen, presenta signos evidentes de desequilibrio mental, un historial de comportamiento agresivo y una trayectoria de alta peligrosidad, pues se presume que ya había asesinado a un niño cuando él también era menor de edad, únicamente porque la víctima le puso un apodo.
Los familiares a los que les quitó la vida hace apenas unos días respondían a los nombres de Santos Mario Zelaya (Padre), Verónica Rodríguez Alvarenga (Madre) y el menor Mateo Zelaya Ramos (Sobrino), quienes presentaban graves traumatismos por arma contundente.