De verdugos a víctimas. A los sanguinarios secuestradores y asesinos del periodista Alfredo Villatoro
ahora les toca huir de los autores intelectuales del crimen que los contrataron para quitarle la vida al comunicador por temor a que los eliminen.
La situación se complicó para los miembros de la banda que mató a Villatoro, más allá de las implicaciones legales que deben afrontar por ese delito, pues los cerebros del hecho no quieren dejar rastros que los incriminen.
Fuentes de la Secretaría de Seguridad indicaron a EL HERALDO cómo se ha desarrollado la trama luego de que el coordinador de HRN fuera encontrado muerto el 15 de mayo en una colonia capitalina, con dos disparos en la cabeza.
El asesinato se produjo tras una semana en la que Villatoro permaneció encerrado en una casa en el sector sur de la capital, de acuerdo con las investigaciones.
El Ministerio Público acusó a tres personas miembros de la banda los Osorio por suponerlos responsables del cautiverio y muerte del periodista.
Se arrestó a los hermanos Osman Fernando Osorio Arguijo y Edgar Francisco Osorio Arguijo, así como a Marvin Alonso Gómez, en un allanamiento que se practicó en una casa en el Cacao, Cofradía, Cortés, el sábado 27 de mayo.
La Fiscalía contra el Crimen Organizado presentó primero un requerimiento fiscal contra ellos por portación ilegal de armas debido a que en el inmueble había un armamento ilegal.
Luego, tras revisar esas evidencias, se corroboró que una de las armas confiscadas es la que se usó para matar a Villatoro, por lo que el ente acusar presentó una nueva acusación contra ellos por el delito de secuestro agravado.
Muerte y huida
Tras ejecutar a Villatoro, los asesinos huyeron hacia la zona norte del país en vista de que tuvieron conocimiento de que habría intenciones de matarlos para evitar que fueran atrapados y “cantaran” quiénes los habían contratado para cometer el vil hecho.
“Hay temor de parte de los sospechosos de este delito de que los vayan a matar”, dijo a EL HERALDO un agente involucrado en la investigación.
Esto hace que el Ministerio Público y la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) tengan que acelerar el paso en el proceso investigativo para capturar a otros sospechosos del asesinato antes que los hechores intelectuales se les adelanten y los liquiden.
De momento, según las fuentes, la ventaja la tienen los que planificaron la muerte del periodista porque conocen a los integrantes de la agrupación delictiva a la que se le pagó para ejecutar a Alfredo Villatoro.
Esto facilita el camino para llegar más pronto a ellos y matarlos.
Mientras, en manos de estos dos entes están los nombres de otras personas de las que se supone pertenecen a la banda que mató a Villatoro y, según las nuevas pruebas que se obtengan en los próximo días, se estará solicitando al juez que conoce del caso que les libren orden de captura.
Por lo menos son diez individuos más que pertenecen a esta organización delictiva.
Después de la captura de los tres miembros de la banda de los Osorio, el Ministerio Público ha tenido acceso a importante información mediante la cual se logró ubicar la covacha donde se retuvo a Villatoro en la aldea Santa Rosa, sur de la capital.
Igualmente, se pudo encontrar una segunda vivienda en la colonia Germania de esta ciudad, la que se supone que los Osorio usaron como centro de operaciones. De estos dos inmuebles se confiscaron varias evidencias.
El negociante
La nueva orden de captura que se giró contra otro supuesto involucrado en esta muerte sería para la persona que contactó a los Osorio de parte de un grupo de poderosos criminales.
“La orden de captura es para el enlace” que los autores intelectuales del crimen buscaron para que contrataran a los ejecutores de Villatoro, indicó la fuente.
Por esa razón es que este personaje resulta clave para desenredar la madeja del asesinato y establecer el motivo por el cual se le quitó la vida al comunicador.
Alfredo Villatoro fue secuestrado el 9 de mayo en horas de la madrugada en la colonia Florencia, cuando se dirigía a la radioemisora a presentar el noticiario “Diario matutino”.
Según la fuente, el que contactó a los secuestradores les dijo que la misión era matar a Villatoro, pero que tenían autorización de pedir dinero por una liberación que nunca estuvo en los planes.
Los secuestradores pidieron dos millones de lempiras a los familiares de Villatoro para dejarlo libre.
Existe un video en el que aparece el periodista con la cara vendada y ruega a su esposa que consiga los dos millones y se los entregue a los secuestradores.
Al ser Villatoro un personaje ampliamente conocido y con nexos con el ambiente político, incluyendo una estrecha relación con el presidente Porfirio Lobo, la cantidad que pidieron los captores pareció algo baja.
No obstante, una fuente indicó a EL HERALDO que la Fiscalía y la DNIC manejan como hipótesis que los secuestradores habrían pedido dos millones de dólares para obtener un dinero adicional, que aunque poco, lo tendrían de forma rápida y sería un ingreso extra al que ya habían recibido por asesinar a Villatoro.
Sobre la muerte del periodista se han manejado varios hipótesis, entre ellas que su asesinato sería un mensaje para las autoridades y por ello se le vistió con un uniforme del comando cobra, la unidad élite de la Policía Nacional, cuando fue ejecutado.
Proceso judicial
El jueves de esta semana se celebrará la audiencia de declaración de imputado en contra de los tres miembros de la banda de los Osorio en la que se determinará si se les dicta prisión preventiva o se les sobresee por el delito de secuestro agravado por el cual están acusados.
En el caso de que el juez de jurisdicción nacional dicte prisión preventiva, entonces el juicio continuará en su siguiente etapa, es decir que se celebrará una audiencia inicial que se prevé se efectúe el 11 de este mes.
A los tres imputados ya se les dictó auto de prisión por el delito de portación ilegal de armas, ya que cuando se les capturó en la casa de la aldea El Cacao se les encontraron un fusil AK-47 y dos Galil de uso policial.
Otras cinco personas están acusadas o son sospechosos identificados de tener diferentes grados de participación en el secuestro y muerte de Villatoro.
Dos reos que estaban encarcelados en el reclusorio de Danlí fueron trasladados a la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto para investigarlos, ya que uno de ellos utilizó un teléfono celular para pedir dinero a cambio de revelar el paradero de Villatoro.
Los reos trasladados Juan Ramón Fonseca y Miguel Ángel Álvarez, este último policía y quien habría hecho las llamadas.
A otras tres personas, Katlin Rosibel Zambrano Ortiz (18), Jessica Yamileth Zambrano Ortiz (24) y Marvin Enrique Oliva Navas se les dictó auto de prisión por el delito de complicidad agravada en el crimen de Villatoro.
Se les vincula al secuestro, ya que existen evidencias de que desde un celular propiedad de una de las detenidas se realizaron llamadas para pedir dinero por la liberación de Villatoro.
Seguimos trabajando
El director de la Policía Nacional, Juan Carlos Bonilla, aseguró que las investigaciones sobre el crimen del periodista continúan y que a medida que las pesquisas se realizan se obtienen más resultados.
“No le puedo decir qué hacemos, pero ya tenemos resultados y seguimos en busca de los autores materiales e intelectuales”, remarcó el oficial.
La Policía Nacional tiene identificados a otros sospechosos del vil asesinato de Villatoro y dependiendo de los resultados de las investigaciones se piensa hacer nuevas capturas.
