Sucesos

A cien años de cárcel condenan a asesinos de cinco jóvenes en Olancho

El quíntuple crimen se produjo la tarde del 17 de enero de 2010, cuando las
víctimas
se encontraban en una vivienda ubicada en
Juticalpa, hasta donde llegaron los asesinos.

    27.06.2012

    Por el delito de asesinato fueron condenados a cien años de cárcel tres hombres acusados de asesinar a cinco jóvenes en
    Juticalpa,
    Olancho, al oriente de Honduras.

    En juicio oral y público, la Fiscalía Contra el Crimen Organizado aportó los medios de prueba de la responsabilidad de
    Nelson Omar Mendoza
    Torres,
    Edgar Humberto
    Herrera
    Zelaya
    y Carlos
    Rubén Mendoza
    Rivera en el crimen de las cinco personas.

    Luego de analizar los argumentos del Ministerio Público, los jueces del Tribunal de Sentencia declararon a los antes mencionados culpables por el delito de asesinato,
    sentenciándolos
    a cien años de cárcel cada uno.

    Según expediente judicial, el
    quíntuple
    asesinato se produjo el 17 de enero de 2010, a las 3:30 PM, cuando las
    víctimas
    se encontraban en una vivienda ubicada en
    Juticalpa.

    Los ahora sentenciados, en compañía de unos 25 hombres, se transportaban en varios vehículos cuando ingresaron a una vivienda en donde preguntaron por Lucio Rivera (padre de una de las víctimas) y luego procedieron a registrarla.

    En el interior golpearon a los ocupantes de la morada y después procedieron a llevarse a los cinco muchachos, indica el expediente judicial.

    Al momento del rapto de los jóvenes, los asesinos vestían indumentaria de tipo militar y cubrían sus rostros con
    pasamontañas.

    A las 4:45 PM del mismo día, la Policía encontró en Quebrada Seca, en el municipio de San Francisco de la Paz, los cuerpos sin vida de Lucio José Rivera
    Tejada, Manuel Bonilla,
    Wilmer
    Bonilla, Armando
    Ferrera Tejada
    y
    Byron Bryan Ramírez.

    Durante la investigación se determinó que los sentenciados fueron las personas que asesinaron a los cinco jóvenes, por lo que guardan prisión en un centro de reclusión de Honduras.