Siempre

La retórica de la risa en el cine hondureño actual

10.03.2018

Tegucigalpa, Honduras
La comedia es tan vital para las sociedades, pues permite ver su propia imagen a través del humor y no desde la rabia o el enojo.

“La risa es un atributo humano”, nos dice Sean Connery, interpretando al monje franciscano William de Baskerville en la maravillosa película “El nombre de la rosa”. Es por tanto, necesaria para nuestro vivir, y por ello abordada ampliamente en las artes, desde Aristófanes hasta nuestros días para, llegando a un gran público, plantear serias problemáticas que debemos atender.

El cine catracho, recientemente, está tomando este derrotero para plantear temáticas muy importantes desde la plataforma de la comedia; esa es una de las virtudes que se agradecen a las productoras nacionales que apuestan por el humor en su realización audiovisual. No obstante, siento necesario plantear aquí algunos conceptos claves, que abran una pequeña ventana al debate sobre el tema de la comedia en el cine contemporáneo de Honduras.

El concepto de lo ridículo tiene sus raíces muy profundas en las teorías sobre comedia de Aristóteles, Platón y el ya mencionado Aristófanes; quien, siendo muy criticado por sus contemporáneos, debido a su tipo de comedia, dejó claro en su teoría que “ni el crimen ni la miseria son temas adecuados para el chiste, aunque los defectos personales pueden serlo si no se trata groseramente.”

“Bomberos al rescate”, la más reciente película de Otro Nivel Producciones, es una paupérrima muestra de comedia, que nos permite abrir un diálogo sobre estos temas importantes, para el mejor y más sano crecimiento de nuestro cine.

En la película se pone de manifiesto que uno de los temas principales es la burla a los defectos personales, muy bien por poner este tema en la mesa de discusión, sin embargo, en el desarrollo de la película, no encuentro muy clara la estrategia de cómo dirigir hacia lo positivo el diálogo sobre esta detestable discriminación, más allá de demostrar que un impedimento físico no es, en ningún momento, una limitación para lograr las metas personales, por muy grandes que estas sean. La película intenta provocar la risa en el espectador, al mismo tiempo que, dentro de la trama, la risa de los victimarios ofende y agrede a las víctimas.

Por otro lado, el argumento de la película se mofa de los vicios humanos que contaminan instituciones veneradas, como algunas denominaciones religiosas y el Cuerpo de Bomberos, del que, evidentemente a manera de homenaje, esta película toma su contexto y su título. Sin embargo, no creo que en definitiva logre el tipo de homenaje que merece en su totalidad este valeroso y benemérito Cuerpo de Socorro.

Todos los personajes principales comparten la valentía y los valores humanos de auxilio y cooperación que, sabemos claramente, forman parte de la filosofía de trabajo de nuestras honorables mujeres y hombres bomberos, pero a su vez, nos deja una imagen un tanto degradante del ideal del Cuerpo de Bomberos de Honduras y, al mismo tiempo, de los hondureños en general.

En ningún momento se eleva un grito claro de reproche por esa risa dirigida con desprecio, y que con ese reproche se intente generar un cambio en esas malas costumbres que, lamentablemente tenemos en nuestra sociedad.

Es entendible hasta cierto punto que la película se plantee como una comedia, cuyo objetivo es indudablemente hacer reír, no obstante, siendo uno de los géneros cinematográficos más sensibles e importantes del séptimo arte, debe ser tratado con el mayor cuidado hacia dónde y sobre qué se dirige el humor. Utilizándose de manera conveniente y adecuada el humor y el ridículo, pueden lograr como fin primordial una catarsis que nos ayude a purgar esas emociones con carga negativa de las que nos vemos inmersos por el transcurrir de la vida, y como fin último, que nos provoque una autoconciencia equilibrada que nos lleve a avergonzarnos de esas malas actitudes y no solo que nos identifiquemos con ellas.

Dejo pues nuevamente abierta la disertación para que continuemos debatiendo estos temas importantes y de esta manera hagamos crecer, cada vez más y mejor, el cine nacional.