Revistas

La verdadera Nochebuena

Muchos celebran la Navidad, pero son pocos los que saben cuál es el verdadero sentido. ¿Tú sabes su significado?

15.12.2011

Meses antes de diciembre, los escaparates, las plazas y los centros comerciales se inundan de luces, adornos y música navideña. En las ciudades, las casas, los negocios y las calles se decoran con muchas luces, árboles de Navidad y nacimientos, a todas las personas les queda claro que es una temporada especial. Aún cuando el propósito legítimo de la Navidad no es que la ciudad esté adornada con elementos alusivos al nacimiento de Jesús, es muy pintoresco y nos lo recuerda.

A finales de cada año, un sentimiento sin igual nos mueve a ser mejores, a desearnos parabienes, a soñar con un mundo de paz y de amor.

Muchas personas piensan que la Navidad es reunirse en familia, compartir regalos, comer un pavo horneado y beber alcohol en exceso. Si somos niños, nos imaginamos a un personaje gordito, vestido de rojo, que se ríe mucho y vive en el Polo Norte. Claro, San Nicolás, un bondadoso anciano que repartía regalos en Nochebuena es el soporte de la leyenda, aunque ahora le daría una enorme vergüenza saber que lo utilizan como símbolo de la Navidad.

El Pesebre

También llamado nacimiento, belén, portal o pasitos, en los diferentes países y regiones de habla hispana es la representación plástica de escenas de la natividad de Jesucristo, que suele exponerse durante la Navidad en hogares, iglesias y muchos centros públicos como escuelas, organismos oficiales, comercios, etc. La construcción y exhibición de belenes forma parte de la liturgia navideña en muchas partes del mundo, especialmente en la tradición católica. “Dios, viendo que el corazón de los hombres continuamente se inclinaba hacia el mal, envió a su hijo unigénito Jesús para tomar forma humana, hecho semejante a los hombres, y estando en la condición de hombre entregó su vida en la cruz del calvario para darnos vida eterna. Por eso nos regalamos cosas, representando el regalo de Dios: su hijo Jesús”, nos explica el padre Víctor Ruiz.

El sentido real

El verdadero sentido de la Navidad comienza con el nombre. Navidad viene de natividad, es decir, nacimiento. Y se refiere al nacimiento del Hijo de Dios prometido como Salvador de quienes lo reciben en su corazón como dueño y señor de sus vidas.

Es por eso el sentido de los regalos. “Al regalarnos cosas queremos significar cómo Él nos regaló su vida. Hoy urge cristianizar las fiestas y la alegría de estos días para darle verdadero sentido de Navidad cristiana”, no cuenta el padre Víctor Ruiz, de la parroquia de la Virgen de Suyapa.
“No tienes que dar regalos costosos. Jesús es nuestro regalo. Así que el día de Nochebuena, cuando digas “¡Feliz Navidad!”, piensa que Cristo tomó tu lugar para darte vida eterna. Por esto felicitas a los demás, porque tienen la oportunidad de salvarse de sus pecados y tener vida eterna”, concluyó el sacerdote.

Símbolos de la Navidad

La Navidad que hoy se celebra es una creación del siglo XIX, pues en ese siglo se popularizó la costumbre de intercambiar regalos y tarjetas, se creó a Santa Claus y se masificó el uso del árbol cómo símbolo de los festejos de fin de año, junto con los villancicos, los pesebres (también llamados belenes), las coronas de adviento, luces, las pascuas y el pavo completan el abanico de símbolos que conforman la Navidad.

El árbol de Navidad

Se dice que la tradición del árbol de Navidad tiene origen en los pueblos germánicos, y formaba parte de sus rituales paganos al dios del sol, Frey. Cuando el cristianismo abarcó estas culturas, el árbol fue resignificado como aquel árbol del paraíso de donde fue robado el fruto prohibido. También adopta otros significados, como el árbol de la vida eterna y el de la Santísima Trinidad, por su forma triangular.

El origen de la Navidad
La verdadera celebración de la Navidad es de origen pagano y celebraba el solsticio de invierno, pero en el siglo III d. C. fue adaptada por la Iglesia Católica, conmemorando el nacimiento de Jesucristo en Belén, que según los evangelios de San Mateo y San Lucas, sucedió en esas fechas. Junto con la Pascua, es la fiesta más importante del año eclesiástico cristiano. Si bien existen muchas corrientes que indican que la fecha estipulada es un cálculo erróneo, el 25 de diciembre se declaró como fecha conmemorativa del nacimiento de Jesús.