Honduras

Implementan nuevos programas de prevención de drogas

La violencia ha marcado territorio en varios municipios en los últimos años, según autoridades policiales.

11.04.2013

SERIE 3/6

Alcaldías, iglesias y organizaciones no gubernamentales se han sumado a la prevención de violencia y consumo de drogas en Comayagua.

La falta de compromiso del Estado por emprender programas de prevención, según las autoridades locales, ha permitido que los narcóticos lleguen a todos los rincones del departamento.

En 2012, la Policía logró decomisar, a través de varios allanamientos a viviendas y operativos de inteligencia, 77 kilos de cocaína y 173 gramos, 573 piedras de crack, 16 libras de marihuana y 536 carrucos, 20 envoltorios y 1,002 plantas.

La mayor parte de los decomisos se ejecutaron en los municipios de Comayagua, Siguatepeque, Taulabé, Esquías, La Libertad y Villa de San Antonio.

En lo que va del año los resultados obtenidos por las autoridades policiales han sido escasos, pues apenas han logrado decomisar 31 gramos de cocaína y 20 libras de marihuana, en los municipios de Siguatepeque y La Libertad.

El jefe departamental de la Policía, Juan López Róchez, manifestó que a diario hacen esfuerzos conjuntos con las diferentes direcciones para disminuir la venta y trasiego de droga en la zona.

Proyectos de prevención

El municipio de Comayagua mantiene uno de los programas de mayor impacto en el tema de prevención juvenil coordinado por la Unidad Municipal de Infancia, Adolescencia, Juventud y Mujer (UMIAJM). La comuna invierte alrededor de 800,000 lempiras anuales en el desarrollo de varios proyectos a favor de los niños y jóvenes.

El programa promueve una cultura de paz, a través del uso adecuado del tiempo libre y el voluntariado, así como actividades artísticas y socioculturales. Por medio de este proyecto se ha logrado rescatar a jóvenes como Juan José Mejía, quien en la actualidad se encarga de reclutar a otros para que abandonen las drogas.

“Empecé a consumir marihuana porque un amigo me la ofreció y me gustó, después cocaína, heroína y la consumía hasta cinco veces”, dijo Mejía.

El involucramiento en actividades recreativas y escuchar mensajes positivos hizo que su vida tomara otro rumbo.

En la actualidad Juan es uno de los miembros que más participa de las actividades de la comuna, y su testimonio ha servido de ejemplo para otros.

Abandonado

En 2010 en el casco urbano de Comayagua se construyó el Centro de Prevención de Violencia, pero en la actualidad permanece cerrado.

El edificio fue construido con apoyo de las autoridades de la Cooperación Sueca para el Desarrollo (ASDI), en el interior del instituto León Alvarado como parte de un convenio con el Estado.

La ASDI dotó al centro con el equipo y materiales didácticos para las enseñanzas y el Estado debía proporcionar el recurso humano para su funcionamiento, pero nunca cumplió.

En los años que el programa se mantuvo activo se logró formar a unos 3,800 alumnos de primaria y secundaria.

No más violencia, un mensaje de Dios

Las autoridades municipales de Siguatepeque también se han interesado en el tema de prevención de violencia, drogas y otros temas relacionados con la juventud.

En la comunidad, además, desde el año pasado, se ha impulsado un proyecto de prevención de violencia con apoyo de las autoridades de la Unión Bíblica de Honduras, denominado “No más violencia, un mensaje de Dios”.

De acuerdo con Orlando Luis Japás, el programa está presente en ciudades como San Pedro Sula, Tegucigalpa, Siguatepeque, Jesús de Otoro, La Paz y Morazán en Yoro.

Este es un programa que inició en la República de Argentina con la prevención de violencia en los estadios, por iniciativa de un hijo de misioneros.

De forma posterior se extendió a los colegios y luego a varios países de América Latina.

A través de este plan se capacitaron 94 facilitadores y 1,717 jóvenes en 18 colegios de las ciudades involucradas.

De estos jóvenes 527 se comprometieron a ser agentes de cambio, es decir, a mantener la promesa de paz en sus centros escolares. La metodología consiste en capacitar a un grupo de facilitadores los que a su vez replican los conocimientos con los estudiantes.

Los ejes temáticos son tres: no más violencia contra uno mismo, no más violencia contra otros y no más violencia es mi compromiso.

La formación se desarrolla durante cuatro meses en los centros educativos que aceptan el programa. En Siguatepeque se han formado 20 facilitadores y 525 jóvenes de cinco colegios.

Un pastor que venció la drogadicción

Las drogas y el alcohol han marcado la vida de centenares de personas en el departamento de Comayagua, de acuerdo con las organizaciones que luchan en el rescate de las víctimas.

Uno de los casos que en la actualidad sirve de ejemplo para los que comienzan el proceso de recuperación es Manuel de Jesús Montoya, de 52 años.

Montoya desde que nació estuvo rodeado del vicio del alcohol, pues creció en un prostíbulo de la ciudad, ambiente que lo absorbió siendo un niño.

A los 14 años era un alcohólico, y sin tardar también empezó a consumir cocaína, marihuana y crack, adicción que lo condujo a una pandilla.

En ese mundo permaneció durante 32 años hasta que conoció el amor de Dios y se convirtió en un fiel creyente.

Tras su recuperación formó una familia y montó un taller de estructuras metálicas, al mismo tiempo que fundó una iglesia para personas con problemas de adicciones.

“Yo estuve fuera del país y cuando llegué me impactó ver las calles de jóvenes que consumen resistol y drogas y desde ese momento abrí un centro de rehabilitación donde se les ayuda mediante la palabra de Dios a cambiar sus vidas”, comentó.

Parte de las ganancias que recibe en su taller las utiliza para comprar ropa, zapatos, pantalones, camisas y abrigos para dárselos a las personas que deambulan por las calles bajo los efectos de las drogas y el alcohol.

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