Los machetes, piochas y barras les acompañan luego de la formación en las aulas de clase.
Y es que desde hace dos años han incluido en su currícula la protección del ambiente. Se trata de los alumnos del Instituto Técnico Vocacional Pedro Nufio, de la ciudad de Danlí.
Los 400 alumnos que conforman la matrícula este año se involucran en el cuidado de 8,000 árboles, en su mayoría pinos, que han sembrado en dos diferentes sectores de la ciudad de las colinas.
Con apoyo del cuerpo docente y estudiantes se ha conformado el Comité Ambiental del centro educativo.
Yolany Hernández, subdirectora, explicó que la idea de trabajar en la protección de los recursos forestales surgió luego de ganar un concurso medioambiental promovido por una empresa dedicada a la elaboración de tabaco en la región.
De forma previa al concurso las autoridades del comité habían contemplado desarrollar un proyecto de reciclaje de plásticos en el centro de enseñanzas.
“Al obtener el primer lugar en el concurso, el comité presentó el proyecto a las autoridades de la empresa Honduras América Tabaco y ellos nos aprobaron el proyecto y nos pidieron trabajar en la reforestación”, manifestó la entrevistada.
Para garantizar la preparación de los jóvenes, la empresa donó los implementos para realizar las jornadas de reforestación. De igual manera se donaron 95,000 lempiras para la construcción de un vivero.
En el barrio El Quiquisque se han sembrado unos 4,000 árboles. De igual manera se plantaron igual número de pinos en el sector conocido como El Naranjal, en el barrio El Arenal.
Compromiso
Para el caso, el centro educativo le corresponde el cuidado y mantenimiento de los árboles a través de los conocimientos de los docentes y el trabajo de los estudiantes, durante cuatro años. De forma posterior serán vigilados por el Instituto de Conservación Forestal (ICF) y la 110 Brigada.
En la actualidad los árboles tienen dos metros de altura.
El docente César Paz reveló que en la actualidad el proyecto ha quedado en manos de los alumnos de los cursos superiores.
Según Orlin Flores, estudiante, trabajar en la reforestación ha sido de gran aprendizaje.
“Es bonito ver que gracias al trabajo que nosotros realizamos nuestra ciudad recupera la belleza”, agregó.
Reciclaje
El centro estudiantil además ha comenzado a implementar una iniciativa de recolección, procesamiento y venta de materiales reciclados como las botellas plásticas.
La segunda fase del proyecto que el centro educativo firmó con la empresa tabacalera contempla el manejo adecuado de los desechos sólidos que produce el instituto.
“La empresa nos donó 100,000 lempiras en materiales para fabricar los espacios donde se va a recolectar la basura”, explicó Yolany Hernández, subdirectora del centro de enseñanza.
Los fondos obtenidos a través de la venta de estos materiales serán invertidos en mejorar la infraestructura del centro educativo.
De forma semanal se llenan dos vehículos de paila con las botellas plásticas que se captan en la institución educativa.
