Tegucigalpa. Un intento de fuga fue frustrado ayer por elementos del Escuadrón de Operaciones Especiales Cobras, asignados a la custodia externa del Centro de Internamiento para Menores Infractores Renaciendo.
Informes policiales establecen que el pasado viernes a eso de las 3:30 de la tarde, los uniformados que dan seguridad en los alrededores de las instalaciones recibieron la información de los planes de fuga por parte de algunos menores pertenecientes a una de las maras que mantiene altos índices de violencia en el país.
En su intento de fuga y aprovechando el tiempo de ocio, ya que no existen programas de rehabilitación, los menores infractores cavaron un túnel subterráneo de al menos 150 metros de longitud el cual se extiende desde el interior del centro hasta el muro perimetral, a unos 30 metros del portón de la entrada principal.
Las autoridades del centro no han podido establecer la cantidad de menores que participaron en el excavación del túnel ni cuántos eran los que se pretendían escapar.
Al momento en que uno de los menores sacó una de sus manos por el agujero e intentó salir fue sorprendido por uno de los uniformados, por lo que gritó a sus compañeros que se regresaran ya que estaban los policías afuera, escuchando solo la estampida de muchachos, según una fuente policial.
En una inspección realizada, los elementos Cobras encontraron un pedazo de hierro de cama que lo cortaron y le hicieron punta hasta dejarlo como una barra.
Asimismo, se encontró una herramienta que es para doblar alambres de diferente grosor.
Desde hace más de dos semanas el Centro Renaciendo permanece bajo el control de los menores integrantes de maras, quienes no han permitido el ingreso del personal administrativo ni de los custodios, quienes solo pueden acercarse al portón para suministrarles los alimentos.
La semana pasada las autoridades del la Dirección Nacional de la Niñez y la Familia (Dinaf) anunciaron la intervención del centro correccional, pero al final decidieron suspenderla.
En la actualidad elementos Cobras y de las Fuerzas Armadas mantienen resguardada la parte externa del lugar, en especial a inmediaciones donde los menores hicieron el agujero por donde intentaron escapar, a pesar de que luego fue sellado para evitar que se registrara la fuga.
En los alrededores un grupo de seis policías y militares al igual que policías vestidos de civil, vigilan lo que ocurre cerca de donde permanecen los menores infractores.
Mientras que en el interior solo están los integrantes de la Mara 18 y de Los Chirizos, Benjamins y del Combo que no se deja.
Sin control
Los menores con mentalidad y comportamiento de adultos rebeldes, durante el año han demostrado que tienen el control absoluto de los centros para menores.
El pasado mes de enero las autoridades intervinieron el lugar y descubrieron una fosa común en la cual encontraron al menos cinco cadáveres.
En ese momento fue necesaria la presencia de representantes de organismos de derechos humanos ya que los internos se enfrentaron a disparos con la Policía donde resultaron varios heridos.
Como medida de control las autoridades decidieron enviar a los integrantes de la Mara Salvatrucha al Centro El Carmen, de San Pedro Sula, y a los de la Mara 18 al Centro de Detención construido en las instalaciones del Escuadrón Cobras, quedando en el lugar solo los integrantes de las tres nuevas maras. Sin embargo, en los últimos meses en los Juzgados de la Niñez se ha resuelto enviar a Renaciendo a integrantes de la Mara 18, lo que genera el caos en el interior del lugar.