Honduras

El mar se traga las costas de Cedeño y deja sin casas a familias enteras

El calentamiento global afectará todas las zonas costeras de Honduras, pero en Cedeño, Delgadillos y El Edén el ascenso del mar ya deja sin casas a familias enteras
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13.11.2021

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La arena seca que se veía en la ribera del mar se humedeció de forma repentina. Las fuertes olas abarcaban poco a poco la playa de Cedeño, al sur de Honduras, mientras ingresaba a las casas abandonadas en la primera línea. Esas viviendas habían sido construidas lejos del agua, pero el mar cada año reclamaba centímetro a centímetro un pedazo de tierra, hasta que corrió a sus habitantes.

Para los pobladores ya no era extraño ese fenómeno, las marejadas golpeaban una vez más el sur de Honduras, por eso se limitaban a alejarse de la zona mientras grababan con sus teléfonos.

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“¿Ya se inundó, Angélica?”, preguntó un hombre. Al fondo, la voz de la mujer respondió con preocupación.

Ya no hay alarma entre los vecinos. Solo caminan, hablan e intentan estar tranquilos. No tratan con un fenómeno estacional, pues cada año el mar acapara 1.22 metros de tierra, según el estudio “Variación de la línea de costa en la aldea de Cedeño y cartografía de amenaza ante marejadas y ascenso del nivel del mar”, realizado en 2017.

El documento menciona que desde 1982 hasta 2015 (33 años) Los Delgaditos y Cedeño centro han perdido 42.55 y 40.62 metros, respectivamente, de playa.

“El área aproximada de inundación por ascenso del nivel del mar en Cedeño centro ascenderá a 8.25 hectáreas”, menciona en las proyecciones de 2081 hasta 2100.

El documento, elaborado por el máster en Ordenamiento y Gestión Territorial, Juan Ángel del Cid Gómez, y el docente de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), José David Cáceres, proyecta que el área afectada ocupará el 16.18% de Cedeño, es decir, casi una sexta parte del municipio se podría convertir en mar.

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El geógrafo Pablo Díaz afirmó que este fenómeno se debe a las marejadas (inundación costera provocada por un sistema de baja presión), que año con año empeoran debido al calentamiento global.

“El impacto de las marejadas en las comunidades costeras es un problema que se empezó a agudizar hace unos 20 años”, lamentó el experto.

Más de 700 personas se fueron de Marcovia de 1998 a 2008 debido al ascenso del mar en las costas. No hay datos recientes sobre este fenómeno.

En Cedeño, decenas de casas han sido destruidas por las marejadas, dejando sin hogar a familias enteras. Foto: David Romero


Víctimas

El pequeño José caminaba con los pies descalzos sobre la arena gris que cubría el techo de lo que hace unos años era su hogar. “Antes allí vivíamos, esa era mi casa, pero el mar se la tragó”, señaló con nostalgia, mientras le mostraba al equipo de EL HERALDO Plus la vivienda. Sus amiguitos pasaban por los boquetes de lo que eran las puertas, que ahora están rellenos de arena, a punto de ser completamente devorados por el mar.

Con su mano derecha se apartó el pelo que le tapaba la vista para señalar más adelante, donde el mar está a punto de inundar la carretera principal de Cedeño en Marcovia, Choluteca.

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Las olas golpeaban con fuerza lo que un día fue la fachada de la casa del pequeñín, quien entró caminando por la ventana, pues todo adentro está cubierto de arena y piedras arrastradas por las olas del mar.

Entre las supersticiones, la gente asegura que el mar está enojado, que por eso está inundando toda esa costa, provocando el cierre de negocios y el desplazamiento de muchas familias.

Aquellos que tenían casas de bloque o de otro material duradero han pasado a ocupar covachas a la orilla de la playa, algunas forradas con plástico negro y pedazos de lámina o madera vieja.

“Antes allí, donde ahora es playa, era una calle que pasaba enfrente al mar, los carros se metían”, mostró el pescador Elder Ponce. “Si usted se acerca un poco puede ver que donde está la arena había una cuneta por donde se desviaba el agua”.

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El padre de familia de tres niños se arrimó a una champa de bahareque para ver cómo el sol se ocultaba en la infinidad de océano y comentar con una nostalgia reflejada en sus ojos adormitados, “a saber para dónde vamos a agarrar, el mar nos está quitando nuestras casas”.

“No es mentira”, afirmó, para calcular que ya están a solo unos 20 metros de la carretera principal y, si el mar sigue así, van a tener que vivir encima del agua o buscar a donde emigrar, porque no tienen ayuda de las autoridades.

Según el estudio de la UNAH, desde 1982 hasta 2015 (33 años) el mar consumió de manera irreversible 42.55 metros en la playa Los Delgaditos, 40.62 en Cedeño centro y 27.55 en El Edén.

El impacto del ascenso del mar no solo se refleja en dejar a los afectados sin vivienda, sino que también en la migración.

No hay datos exactos de cuántas personas en este municipio se han desplazado por las marejadas, pero el estudio “Ordenamiento territorial particularizado para la playa de Cedeño” menciona que entre 1998 y 2008 unas 200 personas migraron a Estados Unidos, México, Canadá u otros países de Centroamérica. En todo Marcovia, la cifra fue de 742. Según la UNAH, en la comunidad Las Puntillas también se registran los casos de 100 familias desplazadas.

Vulnerabilidad

Honduras es uno de los países más afectados del mundo por el cambio climático, dijo el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, previo a la 76° Asamblea de las Naciones Unidas (ONU). El mandatario citó un rosario de razones, que la organización Germanwatch también valora anualmente al momento de publicar el Índice de Riesgo Climático.

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Sobresalen los efectos de la sequía o el impacto de los huracanes, las secuelas que dejan estos fenómenos hacen estragos a lo largo y ancho del territorio. Bajo estos parámetros, Honduras aparece entre los países más vulnerables desde 1999 hasta 2018. El año anterior, la nación salió del ranking de los 10 más afectados por fenómenos naturales, aun así estaba en el rango de 21 a 50 países más golpeados.

En el siguiente informe probablemente vuelva al top 10 debido a los estragos que dejaron los huracanes Eta y Iota a finales de 2020.

Al hablar de las marejadas, la organización alemana prevé que gran parte de las costas del sur del país desaparecerán, al igual que en Myanmar, en República Dominicana y las islas caribeñas de Panamá.

Para el geógrafo Pablo Díaz, quien también es docente de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), esta situación no solo ocurrirá en el sur del país, ya que las playas de La Ceiba, Trujillo, Tela y Puerto Cortés también están “amenazadas por el cambio climático y calentamiento global”.

Se trata de toda una línea costera, pero es más notable en el sur del país, ya que las olas golpean las costas y penetran en las comunidades, destruyendo casas y negocios que estaban cerca de la línea de costa.

“El cambio climático está aumentando las temperaturas globales y al aumentar las temperaturas globales los casquetes de hielo se están derritiendo a una velocidad mayor; ese derretimiento aporta agua dulce a los océanos, millones de toneladas de agua dulce”.

El experto afirmó que esto ocasiona que los niveles del mar aumenten y que islas enteras desaparezcan. Según la Organización de las Naciones Unidas, los océanos aumentan 1.7 metros al año y se estima que los mares subieron 20 centímetros desde 1760.

En Honduras no hay estudios recientes sobre los efectos del ascenso del mar, por eso la UNAH informó que investigan el impacto socioeconómico del avance del mar en las comunidades del Pacífico, lo que también incluye análisis geográficos.

El último dato es de 2017. El estudio señala que el mar aumentó 1.22 metros en Cedeño centro, dejando sin hogar a decenas de personas que se resisten a abandonar sus tierras, pero el mar, que ha aumentado por el calentamiento global, reclama centímetro a centímetro las costas, donde los niños -entre estructuras semidestruidas- juegan y disfrutan de los mejores atardeceres.