Con una numerosa caravana de sus hijos que encontraron amor y un hogar, este viernes despidieron a la religiosa franciscana, que fue una madre sustituta y cuya labor en la Tierra fue admirable.
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Tras ser velada en la capilla de su vivienda, donde se rezó un rosario y se oró por el alma de la religiosa siguiendo las medidas de bioseguridad y distanciamiento físico, sus restos fueron trasladados a la Basílica de Suyapa, donde se realizó a las 4:00 de la tarde una misa de cuerpo presente, oficializada por el cardenal Óscar Andrés Rodríguez.
Su despedida fue emotiva y sus restos fueron recibidos en medio de aplausos, a pesar de que se limitó la capacidad de personas para evitar aglomeraciones por la pandemia del covid-19. Finalmente se le dio cristiana sepultura.
EL HERALDO constató que muchos arreglos florales estaban alrededor del ataúd de la hermana franciscana, un símbolo de amor y entrega en Honduras.
Infatigable
Aunque ya partió al cielo, en los corazones solidarios sigue y seguirá presente por su dulzura, solidaridad y fe inquebrantable. Fue denominada como la ¨Madre Teresa de Honduras y Centroamérica¨ por su altuismo con los más necesitados y su caridad, deja un gran legado en Honduras.El deceso de la religiosa se confirmó este viernes tras permanecer muy delicada de salud en las últimas semanas después de superar su lucha contra el covid-19.
Antes de fallecer, amigos, familiares y religiosos se unieron en cadenas de oración para rogar por su salud, incluso el Cardenal la visitó para otorgarle la extrema unción de los enfermos.
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Dolor y vacío
Honduras está de luto y grandes personalidades lamentaron su irreparable pérdida, en especial sus hijos. Sus restos fueron llevados a Suyapa en un ataúd color caoba, donde encima resaltaba una imagen con su simpática sonrisa, esa sonrisa que regaló a sus hijos de Sociedad Amigos de los Niños, durante más de 50 años.El dolor y consternación fue evidente, pues muchos se fundieron en abrazos mientras recordaban su labor y su enorme huella con la niñez hondureña
¡En paz descanse un ángel que hoy partió al cielo!
Desde pequeña Sor María Rosa descubrió su vocación religiosa. Su mayor anhelo y privilegio era servir a los más necesitados. Su amor, entrega y valentía le otorgaron un lugar especial en el corazón de miles de hondureños que aprendieron de ella devoción y espiritualidad pic.twitter.com/qsqeUluOgv
— Diario El Heraldo (@diarioelheraldo) October 16, 2020
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