GRACIAS A DIOS, HONDURAS. -“Corran, corran, ahí vienen los locos, cierren las puertas de las casas y enciérrense”, gritan aterrados y envueltos en miedo los niños de la comunidad de Krausirpe, cada vez que uno de sus habitantes es afectado por la rara enfermedad conocida como “grisi siknis” o locura de la selva.
En Krausirpe, una comunidad Tawhaka situada en el municipio de Wampusirpi, Gracias a Dios, zona de la mosquitia de Honduras, hay al menos 50 habitantes afectados con la enfermedad de “la locura de la selva” o “taranta”.
Hay días en que la enfermedad ataca a más de tres pobladores a la vez y los maestros de la aldea tienen que cerrar la escuela para evitar ataques a los niños.
La misteriosa enfermedad es conocida como histeria colectiva y generalmente afecta a las mujeres, sin embargo, en Krausirpe, situada en la cuenca media del río Patuca, los más afectados son hombres jóvenes de entre 19 y 30 años de edad.
La comunidad está totalmente alejada y ni siquiera hay un centro de atención médica cerca, por lo que los pacientes en todos sus casos acuden a curanderos para buscar su sanación.
Los curanderos utilizan una serie de baños a vapor, untamientos, pociones y tés de raíces de plantas extrañas.
Otro misterio de la “grisi siknis” es que cuando las víctimas se recuperan del ataque no recuerdan nada de lo que hicieron.
Los habitantes tienen que recorrer al menos tres horas en cayuco o pipante a Wampusirpe, donde se encuentra el médico más cercano.
Además: Hallazgos de Ciudad Blanca fueron descubiertos con tecnología láser
Y cuando las cosas se complican, los enfermos deben ser trasladados a la Región Sanitaria de Gracias a Dios, que de acuerdo a estimaciones queda a diez horas de distancia en cayuco de la comunidad.
En Honduras, la Secretaría de Salud no tiene registro ni conocimiento alguno sobre la existencia de la rara enfermedad en el país.
Cuando ocurren ataques en epidemia, de más de diez casos de manera simultánea, generan problemas no solo para sus víctimas, sino para la comunidad entera.
Por las noches se escuchan los gritos de los afectados, corriendo, tirando piedras, y a veces con machetes y palos en manos contó a EL HERALDO, Luiz Gradiz, un ingeniero agrícola que por razones de trabajo radica en el municipio de Puerto Lempira, pero que ha viajado constantemente a Krausirpe.
Según Gradiz, cuando a los afectados por la enfermedad les da un ataque se enfurecen y son capaces de obtener un fuerza brutal capaz de levantar un carro.
Cuando muere o matan a una persona en la localidad, se desata la epidemia.
“El gobierno debe prestarle mayor atención a los problemas de salud que afectan a la comunidad, la zona es aislada y se presentan muchas carencias”, recomendó el ingeniero agrícola.
De interés: Misquitos exportan medusas a Asia y EEUU
El “grisi siknis”, también conocido como “la taranta”, parece ser una de las enfermedades que sufre un grupo específico, un síndrome propio de una población con su propia experiencia histórica y su propia visión del mundo.
“Cuando andan con la enfermedad, a ellos les llama la atención lo brillante de los clavos de las casas y los ojos de las personas que no están afectadas con la enfermedad, por eso ellos golpean las casas y muchas veces a las personas”, aseveró Gradiz.
Curiosamente, las personas cuando están con el ataque solamente pueden ser controladas por un paciente de la misma enfermedad.
Durante la crisis, los afectados aseguran tener visiones mentales en las que malos y diabólicos espíritus se apoderan de ellos.
 |
Investigaciones
De acuerdo a un estudio hecho por el Ministerio de Salud de Costa Rica, es en la zona atlántica y misquita de Nicaragua donde se ha reportado una epidemia de la enfermedad.
En Honduras no se tenía reporte alguno de la “locura de la selva”.
De acuerdo a la investigación, antes de los ataques los afectados se sienten mal por algún tiempo, con fuertes dolores de cabeza, mareo, preocupaciones y ansiedad, y a veces un malhumor general.
Los ataques mismos generalmente ocurren en las tardes, cuando las familias se encuentran reunidas en casa después de las faenas del día.
“Un ataque comienza cuando un espíritu maligno aparece para tomar posesión de su víctima. La persona afectada cae al piso, luego corre fuera de la casa, aparentemente escapándose del espíritu que le persigue”, señala la investigación del Ministerio de Salud de Costa Rica.
Durante los ataques, las víctimas están en un estado de trance, experimentando otro estado de realidad. No entienden a la gente que les habla. Tienen mucha fuerza física y a veces agarran machetes o cuchillos, o quiebran botellas, amenazando con estas armas a quienes tratan de acercarse a ellas, establece el documento.
Las causas de la “grisi siknis' no han sido plenamente determinadas por la comunidad científica, según la Asociación de Psicología de Estados Unidos, pero según una definición dentro de los cánones occidentales de investigación, este síndrome ha sido llamado un desorden psicológico debido al estrés, conmoción y desesperación.
Pero los miembros de la tribu tawhaka insisten y creen que la locura de la selva es debido al ataque de espíritus malignos y diabólicos, según el testimonio del ingeniero Gradiz.
Hasta ahora se desconoce si alguno de los afectados ha fallecido a causa de esta rara enfermedad.
