Honduras

Estafadores cambian de oficinas constantemente

Las personas que son estafadas en las agencias de colocaciones tratan de recuperar su dinero una vez que descubrieron la farsa, pero al llegar a las oficinas los encargados ya se han mudado

03.07.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS

Promesas por un empleo que nunca llegó. Dinero perdido, tiempo mal invertido en una agencia de colocación que resultó ser una estafa y al momento de querer realizar el reclamo los ciudadanos encuentran solo oficinas vacías.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO reveló cómo una red de estafadores que laboran en las agencias de empleos se aprovechan de la necesidad de las personas para despojarlos del poco dinero que tienen o que pidieron prestado bajo la promesa de conseguirles un trabajo.

En total, la Secretaría del Trabajo informó que tiene identificadas con su dirección a 68 agencias de colocaciones de las cuales 63 están en la ilegalidad, solo que algunas cambian su sede constantemente para no ser atrapadas.

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Oficinas vacías

El centro de Tegucigalpa resultó ser el sitio ideal para que las agencias de colocaciones estafen a las personas.

Se esconden en los pisos más altos de los edificios ubicados en la calle peatonal, bajo la protección de guardias en la entrada que restringen el paso o les notifican si la persona que los busca quiere reclamarles por sentirse estafada.

Estafa
En San Pedro Sula hay una de esas agencias, cobran y piden que uno se vaya con falda corta.

Estas personas escogen a sus víctimas por medio de las redes sociales o pancartas con numeros de teléfonos, primero les solicitan su currículum y cuando están seguros que la persona no representa un riesgo les piden que lleguen a las oficinas, pregunten por una licenciada (o) en específico, digan el número de oficina y el número de cita que les dieron previamente, de lo contrario no pueden entrar.

Pero no todos mantienen sus oficinas en el mismo lugar por mucho tiempo, algunos cierran los espacios y huyen a otros edificios o zonas, cuando la masa de personas que han estafado es demasiada.

-Buenas ¿sabe adónde hay una agencia de colocación?, preguntó el periodista encubierto a un joven taxista.

El hombre rápidamente dio la dirección, pero ahí la Unidad Investigativa ya había evidenciado la irregularidad en esa agencia, con cobros ilegales de hasta 600 lempiras para obtener una membresía que les garantizaría un trabajo que en realidad nunca brindaron.

-Ahí ya fui, ¿otro lugar?

Lo pensó por un momento.

-Mire, en el primer cruce de la peatonal, en la esquina derecha hay un edificio, las gradas están casi escondidas, en el cuarto o quinto piso creo están esas agencias.

-Gracias

Al pasar por la zona, con mucha dificultad se encontró las gradas, están tan escondidas que a simple vista pasan desapercibidas.

La Unidad Investigativa subió al tercer piso y apenas halló unas oficinas ocupadas, el resto tenían las puertas cerradas con candados.

-Hola, ando buscando una agencia de colocación, me dijeron que en este edificio había una, consultó el periodista a una mujer que tecleaba en una vieja computadora blanca.

-Arriba estaba una, dijo sin prestar mayor atención.

Al llegar al cuarto piso se escuchó el murmullo de unas personas, y se comenzó a recorrer los diferentes pasillos.

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Al igual que el piso anterior, muchas estaban cerradas y en otros había rótulos de bufetes de abogados.

Ante la intriga, se le consultó a un grupo de abogados que conversaban de un caso sobre la ubicación de las agencias de colocaciones.

Una de ellas, mujer, interrumpió y aconsejó sonriendo:

-Muchachos, eso es una estafa.

-¿Por qué?

-Ahí solo les van a quitar el dinero, mejor vayan directamente a las empresas, si es que en eso andan.

Otro de los abogados aportó su opinión y confió:

-Aquí eran filas de gente para entrar a esa agencia, les cobraban no sé, creo que 200 o 300 lempiras, la mayoría eran mujeres.

-Ajá.

-Pero eran estafadores y mandaban a la gente a empresas que ni ocupaban personal.

-¿Pero ya no están?, cuestionó el periodista.

- No, era aquí a la par, después de estafar a la gente y antes que los fregaran por timadores se fueron, pero dicen que están en el edificio de arriba, pero lo que les quiero decir es que la gente regresaba a buscarlos y nos preguntaban si sabíamos algo, solo les robaron el dinero.

Así sin más los estafadores que laboran en agencias de colocaciones roban a la gente necesitada. El descaro es tal que personal de la Secretaría del Trabajo los ha encontrado tratando de cobrar 100 lempiras a las personas que asisten a las ferias de empleo con la excusa que por el pago no van a tener que hacer fila.

A la defensiva

Luego de visitar un par de edificios más, la Unidad Investigativa de EL HERALDO logró ubicar otra agencia de colocación ilegal en el centro de la capital.

A diferencia de la anterior, en esta se cobran 300 lempiras por obtener la membresía.

El discurso es prácticamente el mismo por todos los estafadores, pues hablan de conseguir un empleo en ocho días en una empresa de sólido prestigio.
Mienten pues citan que la ley les faculta para realizar un cobro inicial, además de otro más al momento que les consiguen el trabajo.

En esta agencia la responsable era una mujer blanca, de contextura gruesa y estatura pequeña, atendía a una jovencita cuando los periodistas encubiertos llegaron a su oficina.

Desde el primer momento se notó incómoda por la visita, terminó de atender a la joven, quien salió sonriente con un fólder en la mano y habló:

-Pase.

-Buenas, ando buscando trabajo, me dijeron que aquí me podían ayudar.

-¿Quién le dijo eso?

-Un amigo que vino esta semana.

-Sí, cobramos 300 lempiras por la inscripción, dijo seria y luego cuestionó:

¿A qué se dedica?

-Puedo ser motorista, tengo moto, dijo el periodista.

No convencida con la respuesta y sumamente nerviosa aseguró que no habían plazas que se retiraran y que volviera otro día. Se le pidió una cita, pero se negó a entregarla, sin explicación alguna.

Muchas personas pierden su dinero en formularios y pagos que solo resultan ser una estafa, pues en la capital solo hay una agencia de colocaciones constituida legalmente.

Muchas personas pierden su dinero en formularios y pagos que solo resultan ser una estafa, pues en la capital solo hay una agencia de colocaciones constituida legalmente.

Trabajo el mismo día

A dos oficinas de distancia, y siempre en el mismo edificio, la Unidad Investigativa de EL HERALDO encontró una agencia de colocación más.

En esta, el responsable llenaba una serie de documentos. Al entrar uno de los periodistas encubierto sacó su teléfono celular, pero rápidamente fue reprendido.

-Si va estar aquí debe tener el celular guardado, la verdad no lo necesita, aseguró.

Consultó por la profesión de los jóvenes y les pidió rápidamente la suma de 600 lempiras a cada uno para ayudarles.

-No los ando, dijo un poco apenado el periodista encubierto.

-Bueno, le diré que hay trabajo para muchachos en moto, hoy mismo podría tener el trabajo, aseveró.

-¿Hoy mismo?

-Sí, para la tarde.

-¿Y si los voy a conseguir y regreso cree que haya oportunidad?

-Mire, si usted me asegura que va traer el dinero, no salgo a almorzar, se trae además el currículum y lo mando para su nuevo trabajo.

-Bueno, voy a regresar, dijo el muchacho.

-Vaya pues, lo espero.

Al final todo era una estafa, ninguna de estas agencias puede garantizarle a un desempleado ser contratado y solo les roban el dinero.

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