Honduras

Jorge Montenegro: La Sucia fue creada para meterle miedo a los tunantes

El legendario cuentista es del criterio que las festividades como el Día de las Brujas no se deben celebrar porque no nos pertenecen. Asegura que ese día es para rendirle culto a Satanás

04.11.2017

Tegucigalpa, Honduras
El viento soplaba fuerte, el frío era intenso, los perros ladraban como si fueran lobos aullando en el desolado bosque.

Eran las 12:00 del mediodía y la misión era dar con el paradero del hombre más misterioso de Honduras: Jorge Montenegro, quién por más de 50 años les ha puesto los pelos de punta a los hondureños con sus Cuentos y Leyendas.

Tras casi una hora de intensa búsqueda dimos con su paradero. Nos recibió en su casa y hablamos de cada uno de los personajes míticos que protagonizó y que se mantienen vivos a lo largo de la historia.

Le consultamos su opinión sobre la recién pasada celebración del Día de las Brujas, o Halloween, y aseguró que fue inventado para rendirle culto a Satanás. Dijo que la celebración de este tipo de festividades no es nuestra y ni siquiera nos identifica.

Es por ello que propuso mejor celebrar un día que le permita al país recuperar la tradición oral de nuestro país. Además, reveló porqué surgieron personajes míticos como La Sucia, La Taconuda y La Llorona.

¿De dónde surge La Sucia?
Por los pícaros, esos jodidos que andaban buscando hasta mujeres casadas a medianoche. Lo que pasa es que el cerebro humano agarra todo lo que le dicen. Si yo le digo que en su casa la van a asustar esta noche, usted va a agarrar cuidado y va a decir: don Jorge me dijo que esta noche me pueden asustar, ese es el poder de la sugestión, lo induce, lo predispone.

¿Y cómo ve que en Honduras hay quienes celebran Halloween?
Esa tradición la trajeron los gringos, y los igualados de los hondureños que se fueron a Estados Unidos y a Europa y ya trajeron eso para sus casas, como un aporte cultural entre comillas, de algo que no es nuestro. Halloween es un negocio, máscaras, disfraces, amuletos, calabazas, sapos, culebras, todo lo que significa terror y demonismo está mezclado en esa festividad de Halloween.

¿Pero en Honduras ya se volvió común celebrar esa fecha?
Nosotros somos perros para copiar todo. El hondureño debe velar por su tradición, fíjese que hemos perdido la hondureñidad.

¿Y qué propone para recuperar la hondureñidad?
Propongo el día de Cuentos y Leyendas de Honduras. Retomaríamos la tradición oral, que es muy rica. Por ejemplo, que los niños dramatizaran La Sucia y que se diera una explicación porqué fue creada, para meterle miedo a los hombres tunantes.

Foto: El Heraldo



¿Qué fecha se celebraría?
El 9 de septiembre, porque ese día yo creé el programa Cuentos y Leyendas de Honduras, aunque no he hablado con el Presidente, porque como estamos en cuestiones de política no he tenido espacio. Ese sería un legado porque le daríamos vida a nuestra tradición oral, a nuestras costumbres, creencias.

¿A usted le ha salido La Sucia?
No hombre, la suegra fue quien me salió.

¿Y fantasmas?
Sí, la gente ve fantasmas, y usted puede ver el fantasma que quiera porque usted lo puede llamar con su mente. Si usted piensa que va a oír la voz de su abuelita, pues la va oír en la noche, ella le va hablar pero no es ella, son los demonios que adoptan las personalidades de los seres humanos para engañar a la humanidad.

¿Quién le contó la primera historia de miedo?
Mi tía María Manuela, yo tenía como ocho años y era un vago, me encantaba andar jugando con pelota de trapo, y mi mamá no hallaba cómo meterme a las nueve o diez de la noche, vivíamos en una cuartería, vendíamos en el mercado Los Dolores. Como la costumbre de antes era cenar en familia, me sirvieron la cena y dijo mi tía: “fijate Chepita que anoche por aquí pasó la carreta fantasma”. Sí, dijo mi tía Rebeca, “yo la oí, la llevaba el mero uñudo, el mero diablo”, ya no salí, me fui directo a la cama temblando de miedo y de allí no volví a salir en la noche.

¿ Y de dónde nace Cuentos y Leyendas de Honduras?
Mis tías contaban esas leyendas, se me quedó en la mente. Por eso hice el programa, me acordé de mi niñez, entonces me fui a investigar las historias a los pueblos.