Es el clamor que se levanta a lo largo del territorio nacional a tan solo 19 días de las elecciones generales en Honduras, y en medio de un creciente ambiente de división y polarización entre la clase política que se disputa los cargos de elección popular en contienda.
Los llamados llegan desde organizaciones como el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), las Cámaras de Comercio de Tegucigalpa y Cortés; las universidades, las organizaciones de la sociedad civil y de organismos internacionales que ya se encuentran en el país para sus labores de observación electoral.
El mensaje es claro y se resume en palabras del director ejecutivo del Cohep, Armando Urtecho, quien en una exposición en San Pedro Sula dijo: “No hay que tener temores; cada quien va a votar por el candidato de su gusto, y que gane la mayoría, con transparencia y legalidad”.
No cabe dudas que el camino hacia las elecciones generales se ha visto empañado por las confrontaciones entre los miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE), las acciones del Ministerio Público contra los miembros del Tribunal de Justicia Electoral (TSJ), la paralización intencionada del Congreso Nacional, los ataques contra periodistas y medios de comunicación, las denuncias de fraude, entre muchas acciones de las que han sido protagonistas funcionarios, diputados, líderes y activistas de los grupos en contienda.
Pero a escasos días de la elección, el llamado es claro: las presiones y los mensajes encaminados a desanimar la participación masiva en el proceso electoral no deben tener cabida en estos momentos cruciales para la endeble democracia hondureña.
Este es el tiempo de derrumbar los fantasmas de las elecciones estilo Honduras y hacer prevalecer, con el poder del voto, los intereses del país por sobre los de personas o grupos particulares