En el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, la comunidad médica y los investigadores científicos han salido a reiterar la importancia de la prevención y la detección temprana de la enfermedad en el proceso de tratamiento de la misma.
El panorama de la enfermedad en Honduras es día a día más preocupante por la alta incidencia entre la población femenina, mostrando un aumento en los casos y una alta tasa de diagnóstico tardío, según los estudios y las estadísticas de las organizaciones que trabajan en la prevención y tratamiento de la enfermedad en el territorio nacional.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Honduras se registra un promedio de 1,200 nuevos casos por año y la enfermedad representa ya el 21% de todos los casos de cáncer. Exponen que la detección de la misma sigue siendo tardía, lo que dificulta el tratamiento y reduce los índices de supervivencia, a tal grado que es la primera causa de muerte oncológica entre las mujeres hondureñas.
Las mismas fuentes citan que las edades de mayor riesgo están comprendidas entre los 40 y 64 años, con una edad media de diagnóstico alrededor de los 53 años.
De allí la importancia de que se sigan todas las recomendaciones que lleven a la detección temprana de la enfermedad, entre ellas el autoexamen de mama mensual a partir de los 20 años y las mamografías regulares, recomendadas a partir de los 40 años, ya que son el examen más preciso para detectar la enfermedad a tiempo.
Es fundamental, entonces, que nuestro compromiso se extienda los 365 días del año porque en la lucha contra el cáncer no podemos bajar los brazos ni un tan solo minuto; es una lucha que debemos dar y enfrentar unidos, alejados de cualquier tipo de motivaciones, ya que esta es una enfermedad que ataca por igual a mujeres y hombres (en menor grado), sin importad su edad y condición social.