Una sola salud

La estrategia “una sola salud” que reconoce la interdependencia entre la salud humana, animal y ambiental”

  • 27 de septiembre de 2025 a las 00:00

Desde hace muchas décadas la ciencia ha identificado la transmisión de microorganismos infecciosos de los animales a los seres humanos, transmisibilidad vinculada a desequilibrios en el ecosistema que humanos y animales comparten. Sobre la base de estos conocimientos, la OMS impulsó a partir del año 2008 la estrategia “una sola salud” que reconoce la interdependencia entre la salud humana, animal y ambiental; a partir de lo cual, muchos países a través de sus sistemas de salud han adoptado políticas públicas para enfrentar el creciente problema.

Mas del 65% de las enfermedades infecciosas en los humanos son transmitidas por animales domésticos y silvestres, conocidas como zoonosis. Los animales pueden ser reservorios temporales o permanentes de microrganismos (bacterias, virus, parásitos), muchos de los cuales pasan al ser humano a través de vectores (mosquitos, garrapatas, moscas, chinches, etc.); ahora mismo Honduras es víctima del gusano barrenador que afecta animales de fincas (vacas, caballos, cerdos, etc.) donde la mosca Cochliomiyia hominivorax es el vector que también infecta al ser humano depositando sus huevos en lesiones cutáneas previas. Estas transmisiones se producen en un entorno ecológico en constante deterioro producto del cambio climático, resultado del calentamiento global debido a la acumulación de gases con efecto invernadero en la atmósfera (óxido nitroso, dióxido de carbono, metano, etc.); lo que facilita la proliferación y migración de los vectores al igual que de las diferentes especies de animales portadores de los microrganismos mencionados a sitios urbanos y viceversa el ser humano irrumpiendo en los nichos naturales de animales silvestres y vectores; de ahí, la necesidad de combatir tales consecuencias con un enfoque holístico que incida en la salud de los animales, los humanos, pero también en la protección y restauración del medio ambiente tomando las medidas pertinentes para aminorar los deterioros letales de la creciente temperatura terráquea, la que, desde la era industrial (1850) se ha incrementado en 1.1ºC, siendo tal incremento mucho más significativo a partir de 1970.

Para lograr tal enfoque integrador se necesita coordinación entre las instituciones que manejan la medicina humana, la medicina veterinaria y la protección ambiental, creando a la vez un eje transversal a través de todas las instituciones del Estado para prevención y promoción de la salud con esa visión integradora. Para ello se requiere: a) vigilancia coordinada obteniendo datos de salud en humanos, animales y ecosistemas; b) monitoreo de enfermedades en animales domésticos y silvestres que puedan transmitirse al ser humano; c) concientizar a la población con programas de educación y entrenamiento; d) realizar investigación y análisis del medio ambiente y su influencia sobre los animales y los microorganismos que ellos transportan; e) utilizar modelos matemáticos analíticos para anticipar la aparición de brotes en función de factores zoonóticos y ambientales; f) incorporarse a redes de colaboración internacional sobre enfermedades infecciosas emergentes en expansión que estén afectando la salud pública y la seguridad alimentaria, para implementar medidas de prevención y control.

Poco se sabe sobre las actividades con este enfoque de la secretaría de Salud de Honduras y sería un avance sustantivo que la estrategia “una sola salud” formara parte de los cambios estructurales que se requieren para alcanzar estadios superiores y sostenibles en salud humana, animal y medioambiental.

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