TEC y CL contra la IA

La IA parece ser la herramienta perfecta de un mundo que pretende ir muy rápido, más de lo que debe y más de lo que puede. A mí la idea de ese mundo me descorazona”

  • 11 de noviembre de 2025 a las 00:00

Por TEC debemos entender talleres de escritura creativa; por CL, clubes de lectura y a la IA no necesito presentarla. Realmente no pensaba hablar más de la inteligencia artificial en este espacio, hace algún tiempo había dado este tema por cerrado, porque me irrita de manera particular. Sin embargo, hace algunas semanas me sucedió que escribiendo uno de estos artículos, sin querer, le di clic a un ícono de IA que desde hace algún tiempo aparece en mi editor de texto, y esta interfirió en mi proceso creativo. Tardé más o menos una media hora en revertir esa situación. Y, con alguna incomodidad, continué escribiendo.

Pensé que la tenemos demasiado a mano. Pensé en las personas en formación que la tienen demasiado a mano. Y no, no soy un amargado profesor de español que se opone a lo que, sin ningún tipo de cuestionamientos, llamamos avance, progreso e, incluso, evolución. Soy una persona que se preocupa por cómo se piensa en esta sociedad, particularmente porque incide en el bienestar social.

Me surgen también algunas preguntas que, seguramente, otras personas ya se han hecho: ¿qué lugar ocupa la inteligencia humana en la inteligencia artificial?, ¿es el avance tecnológico progreso humano? Se habla de eficiencia, pero hay que preguntarse para qué esa eficiencia, ¿para pasar más tiempo en redes sociales?

Y sé que a gran escala tiene usos que pueden resolver problemas, por ejemplo, en el campo de la salud, pero para mí esas son valiosísimas excepciones. Pero vamos al tema de este artículo. ¿Qué tienen que ver los talleres de escritura con la inteligencia artificial?

Debo decir primero que yo soy un fiel creyente de los talleres de escritura, pero lo que me parece más hermoso de ellos, sobre todo en esta época, es el trabajo artesanal. Es fascinante que las personas presentan al grupo un cuento, un poema o un ensayo y a través de la intervención humana, de la discusión de ideas, del intercambio de puntos de vista, de la incansable corrección y, en definitiva, de la inteligencia humana, se logra un mejor trabajo. En estos espacios no existe lugar para la IA. Y no hay, solamente, un mejor cuento, sino que en la mayoría de las ocasiones, al cabo del tiempo hay un mejor escritor o una mejor escritora.

Sucedería lo mismo si lo extrapolamos, qué se yo, a la corrección gramatical u ortográfica, a la generación de ideas, que podría estar a las puertas de su más dramática crisis. Porque pensar las cosas tiene también un sentido ulterior.

Sucede lo mismo con los clubes de lectura. ¿Qué sentido tendría leer un resumen o un punto de vista hecho por una IA para replicarlo en un club de lectura? Verdad que ninguno. Y desde el otro lado, a mí no me interesa lo que tiene que decir un modelo de lenguaje, me interesa lo que tiene que decir un humano. Es por eso por lo que un ensayo escrito por la IA sería un despropósito y un contrasentido. Nunca tendrá algo nuevo que decir. Es que incluso en el yerro humano hay una belleza que el yerro de la IA no tiene.

La IA parece ser la herramienta perfecta de un mundo que pretende ir muy rápido, más de lo que debe y más de lo que puede. A mí la idea de ese mundo me descorazona. Yo soy partidario de hacer cosas con sentido, y con un sentido que sea estrictamente humano, cosas que respondan a lo que somos. Y lo más importante: que nos construyan.

Josué R. Álvarez
Josué R. Álvarez
Escritor y docente

Autor de “Guillermo, el niño que hablaba con el mar”, “Instrucciones para un taxidermista” y “De la estirpe del cacao”. Ganador del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, el Concurso de Cuentos Cortos Inéditos “Rafael Heliodoro Valle” y el Premio Nacional de Poesía Los Confines.

Te gustó este artículo, compártelo
Últimas Noticias