Lo que está ocurriendo en las relaciones internacionales nos recuerda la política del gran garrote implementada por Estados Unidos en la administración de Theodore Roosevelt (1901-1909), fue la política con la cual Estados Unidos se elevó a la condición de potencia imperial. Esa política justificaba el “derecho” que tenía EE.UU. de intervenir en los asuntos de otros países, siempre que, en su percepción, sus intereses estuviesen amenazados. En aquel momento no existía la amenaza de Rusia o de China como elemento justificador. Su principal motivación era la expansión para dominar.En la última reunión de la OTAN, celebrada en La Haya, sus 32 miembros aprobaron un aumento del 5% del PIB a la trasnacional de la guerra. Esto aumentará sus ingresos, supuestamente para mejorar su capacidad defensiva frente a la amenaza externa. En la práctica, lo que se busca es reducir el gasto de Estados Unidos en momentos que tiene un déficit presupuestario alarmante y, además, favorecer al complejo militar industrial de esa nación, considerando que Europa invierte un 60% de sus compras en armas en los Estados Unidos. El único país que no apoyó la iniciativa del 5% fue España, razón por la cual el presidente Trump, en su incontinencia verbal, amenazó a todos los españoles diciendo: “Estamos negociando un acuerdo comercial con España. Les vamos a hacer pagar el doble. Y lo digo en serio”. Como reconociendo que mucho de lo que él dice no es creíble.En paralelo, se reunían los delegados de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Saint John, Antigua y Barbuda, bajo el lema: “Construyendo economías resilientes e inclusivas en las Américas”. La Asamblea aprobó la Resolución “Llamado a la aplicación urgente de soluciones concretas para resolver la grave crisis institucional y de seguridad en Haití”.En esa reunión, el delegado de Estados Unidos cuestionó el papel de la organización continental en el caso de Venezuela, preguntándose cuál es el propósito del organismo regional si no ha podido mediar y resolver ese caso. Lamentó el delegado estadounidense que algunos Estados miembros de la OEA “vean esta organización como un foro para molestar a Estados Unidos”. Deploró que su país financie el cincuenta por ciento de su presupuesto y no influya en su agenda política. Ante esa situación amenaza con retirarse de la organización y como mecanismo de presión, minimiza su papel en la OEA, pero logró imponer a Rosa María Payá en la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), previo a un mayor endurecimiento de las acciones hostiles contra Cuba. En Gaza se asesina al pueblo palestino, en Cuba se empuja a una situación de hambre al pueblo.Trump amenaza a Canadá con nuevos aranceles y rompe negociaciones con ese país por impuestos a los servicios digitales. Canadá ha tenido que ceder a las presiones.Eric Trump, hijo del presidente, con una expresión infantil e irresponsable ha dicho que si México decidiera atacar Estados Unidos, sería destruido en segundos. Una declaración innecesaria y prepotente.Bajo las amenazas de Trump, en el mundo hay menos certezas y más inseguridad.
Relaciones internacionales de subordinación
Lo que está ocurriendo en las relaciones internacionales nos recuerda la política del gran garrote implementada por Estados Unidos en la administración de Theodore Roosevelt
- Actualizado: 03 de julio de 2025 a las 00:00
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