Personalmente pienso que este es un problema serio de nuestra sociedad, tenemos una cultura de conformarnos con poco, porque no queremos esforzarnos más.
Existe una cultura de sacar el máximo provecho entregando el mismo esfuerzo, y eso lo vemos reflejado fundamentalmente en la élite de la clase política, que viven cómodamente de los impuestos de los hondureños, haciendo muy poco, y, en algunos casos, saqueando lo que nos pertenece, y a pesar de ello, seguimos votando por los mismos.
Muchas veces queremos lo que otras personas tienen sin realizar el mínimo esfuerzo. También sucede con las naciones. Queremos las condiciones de otros Estados sin contar con políticos ni con el esfuerzo que otros gobiernos han hecho por apostarle a cambios reales.
No podemos esperar que un árbol de manzanas nos de peras. Es materialmente imposible. Lo mismo aplica para nuestras vidas.
Mientras otros Estados se alzan a la vanguardia siendo referentes mundiales en temas de tecnología, innovaciones científicas, seguridad social, Honduras sigue punteando en los países más corruptos e inseguros del mundo, lamentablemente.
Es urgente que tomemos medidas al respecto y no conformarnos con inauguraciones de canchas (algunas hasta se caen, como la del departamento de Yoro). La construcción de este tipo de centros es positivo, mejorar la infraestructura pública de Honduras también lo es, pero estos son placebos, es como atacar un cáncer con una pomada hidratante, no hace nada. Para problemas serios, medidas serias.
Y hoy no quiero decirles que ejerciendo el sufragio haremos esos cambios, este ejercicio de cambio debemos comenzarlo personalmente, familiarmente y comunitariamente, debemos ser exigentes con nosotros mismos, con nuestros hijos, con nuestros políticos, porque no debemos conformarnos con la Honduras que tenemos. Hay que hacer cambios culturales antes de proceder a los cambios materiales que debe tener Honduras.
En primer lugar, exigir propuestas a los candidatos en todos los niveles electivos, y no hablo de tomar acción únicamente por redes sociales, hay que organizarnos en distritos para hacer vigilancia y seguimiento a los planes de gobierno de los diferentes servidores públicos, exigir renuncia en los casos que procedan, documentar actos ilegales y denunciarlos públicamente, debemos apostarle a la revolución del sistema educativo, del sistema sanitario.
Como escuché que una vez dijo John F. Kennedy, ‘un viaje de mil millas comienza con un primer paso’. El primer paso nuestro es no conformarnos y ser exigentes con la función pública.
