Indignación

En Honduras, la palabra “indignación” cobró mayor significado con el surgimiento de un movimiento popular espontáneo del pueblo

  • 30 de agosto de 2025 a las 00:00

El diccionario muestra que INDIGNACIÓN es la manifestación del enojo, la ira o el enfado vehemente de una persona contra otra o sus actos. Ese sentimiento es causado por acciones de terceros que chocan con la conciencia moral, el estado de bienestar, el incumplimiento de compromisos o el atropello del sentido de justicia.

En Honduras, la palabra “indignación” cobró mayor significado con el surgimiento de un movimiento popular espontáneo del pueblo y particularmente de su juventud en contra del gobierno de JOH. Hasta en su nombre, dicho movimiento recogió el sentimiento generalizado de la indignación. “Los Indignados”, “la marcha de las antorchas”, que buscaban con su luz iluminar un nuevo sendero que condujera a la consolidación de la democracia plena, marcaron un hito en la vida del país.

El resultado de dicha gesta se plasmó en las urnas de las elecciones del 2022 cuando el pueblo hondureño en forma masiva voto por un cambio radical en la administración del Estado. El éxito o fracaso de ese resultado quedará para que la historia la juzgue; sin embargo, las condiciones deplorables en que ha caído el país (con las escasas excepciones de la regla) presagian que el veredicto será negativo. Las causales de la indignación son múltiples; en nuestro caso, podemos señalar algunas de ellas: El incumplimiento de promesas y compromisos de la campaña. El desconocimiento total de la importancia que tuvo el voto nasralista en el triunfo de LIBRE. El atropello vulgar violento y vergonzoso en la conformación de la junta directiva del Congreso Nacional donde brilló el primitivismo cavernario de ciertos políticos del patio disfrazados de líderes populares. La adopción de una política en las relaciones internacionales contrarias totalmente a la idiosincrasia del pueblo hondureño; la solidaridad de ciertos elementos nefastos en la cúpula gobernante con regímenes oprobiosos violadores de las libertades individuales y colectivas, de los derechos humanos y de la verdadera y genuina autodeterminación de los pueblos, pretendiendo confundir a la población hondureña, por ejemplo, que la autodeterminación del pueblo venezolano, nicaragüense o cubano es lo que manifiestan sus dirigentes gubernamentales actuales, haciendo caso omiso a la determinación verdadera de sus pueblos que no toleran las maquinarias dictatoriales de sus respectivos gobiernos. La autodeterminación del pueblo venezolano la expresa inequívocamente su población en el exilio: nueve millones de venezolanos indignados. Indignación en el país, el abuso inmisericorde de los recursos del Estado en las campañas del oficialismo y su candidata. La utilización impune de medios oficiales de comunicación, la utilización de fondos nacionales para los gastos de las concentraciones y otros movimientos callejeros. La obligatoriedad involuntaria de empleados públicos de asistir a los eventos proselitistas so pena de ser destituidos. En general, el abuso ilimitado, la corrupción, el robo de fondos nacionales, pero sobre todo la inoperancia de las instituciones secuestradas encargadas de velar porque estos actos indignantes no ocurran es lo que motivará que el 30 de noviembre sea un parteaguas en el destino del país.

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