II Guerra Mundial y la historia incompleta

El cine muestra ufano a implacables soldados estadounidenses aniquilando nazis, decididos generales conquistando ciudades y un aventurado desembarco en Francia para cercar a los alemanes. Se sabe que no todo es cierto. Hoy se cumplen 80 años del final de la II Guerra Mundial, la construcción de un nuevo orden mundial y la tergiversación de la historia.Al final de aquellos días aciagos de muerte y destrucción se pensó en un futuro mejor, en la hermandad y la prosperidad compartida; pero sólo cedía el espacio a una nueva fragmentación social y política propulsada por descarados intereses económicos, el control de los mercados, la hegemonía política, la Guerra Fría. La profunda escisión mundial aún persiste.Estados Unidos fue fundamental en la guerra con su apoyo económico y militar, pero ha sobredimensionado su papel y rebajado a lo mínimo la contribución inestimable de la entonces Unión Soviética, Reino Unido y China, y las tropas de Australia, Canadá, India y países africanos que lucharon bajo bandera británica.Y cómo olvidar los heroicos frentes de resistencia en varios países sufridos: la Armia Krajowa polaca, el grupo clandestino más grande de Europa; los Maquis franceses, compuestos por comunistas y exsoldados; el Frente de Independencia de Bélgica; y las redes de espionaje y sabotaje en Países Bajos, Yugoslavia, Grecia, Noruega y Dinamarca; y los partisanos italianos que se jugaban todo en una nación aliada con Hitler.Aunque no salga en las películas y occidente se tape los oídos, la URSS fue clave. Sufrió como ninguna nación con sus 27 millones de muertos y la destrucción de sus ciudades. Pero, fue allí, en el Frente Oriental, donde Alemania tuvo el 80% de sus bajas y las batallas en Estalingrado y Kursk debilitaron a la Wehrmacht. Cuando llegó el Día D, el desembarco aliado en Normandía, el ejército rojo ruso ya había quebrado al Tercer Reich.Los ingleses sufrieron lo indecible, los bombardeos alemanes eran diarios y asolaban todo; Reino Unido resistió en solitario durante 1940 y 1941. El llamado “Blitz” pretendía destruir los centros industriales y la Real Fuerza Aérea Británica para luego invadir Gran Bretaña. El ataque sostenido mató a miles de ciudadanos y casi borró Londres.China, que mantenía una devastadora guerra civil y una reconstrucción del país luego de la caída de las dinastías, se enfrentó decididamente a la armada japonesa y neutralizó a millones de sus soldados, debilitando su control en el Pacífico. Eso no lo saben en Hollywood, o tal vez sí.Este día hay conmemoración en Moscú por su gesta y el ánimo de no permitir que el nazismo resurja. Nadie de occidente quiso ir. Alemania y otros países europeos hicieron su propia recordación excluyendo a quienes un día dieron sus vidas por ellos, como si no supieran que ya se derrumbó el telón de acero. Seguirán distorsionando y creyendo su propia historia, salvando al soldado Ryan.