El “Gerrymander” manipula el mapeo de distritos electorales en Estados Unidos y posiblemente en otros países similares. En Honduras se persiste en incumplir la Constitución al asignar incorrectamente el número de diputados por departamento. Por extensión histórica, este tipo de manipulaciones recuerda también las distorsiones a la realidad geopolítica internacional. Ejemplo de esta situación lo fue, y de alguna manera lo es todavía, las distorsiones derivadas del mapamundi elaborado con las proyecciones cilíndricas, particularmente la de Mercator, en la que las regiones alejadas del ecuador y cercanas a los polos aparecen artificialmente mucho más grandes que lo real. Mas allá de los usos para orientar la navegación, hubo un uso geopolítico por poderes mundiales para hacer aparecer mucho más pequeño al continente africano respecto a Groenlandia y Europa. También, más pequeños a Brasil, Suramérica y a la India, y así por el estilo. Se dibujaba Groenlandia del mismo tamaño que África, siendo en realidad 14 veces más pequeña.
Conformándose un conjunto de prácticas antidemocráticas para distorsionar tanto los tamaños territoriales como los tamaños poblacionales. Se sabe que esas manipulaciones facilitan que ciertos políticos perversos “escojan” a sus votantes en lugar de ser lo contrario. En casos muy sofisticados, se “fracciona o amontona” población para debilitar o fortalecer artificialmente el peso de los votos. En el caso de Honduras, deliberadamente se han ignorado los cambios demográficos, sumándose a otros desequilibrios y disparidades estructurales, presupuestarias y de diverso tipo.
De una manera similar, es un absurdo, por ejemplo, que el departamento de Valle con poco más de la mitad de población de Colón, tenga igual número de diputados. Olancho y Comayagua tienen mayor población que Santa Bárbara que tiene nueve diputados, mientras los primeros tienen siete escaños. El departamento de Francisco Morazán dejó de ser el más poblado siendo desplazado por Cortés (que roza los dos millones de habitantes). El municipio más poblado del país sigue siendo el Distrito Central y le siguen San Pedro Sula y Choloma. Mientras tanto, La Ceiba fue desplazada como la tercera ciudad más poblada, primero por Choloma, y recientemente por Danlí, relegándola a la quinta posición. Incluyendo a El Progreso, actualmente hay seis ciudades que superan los 200,000 habitantes. Luego, hay 12 ciudades que aún no llegan a los 200,000 pero que ya superaron los 100,000 habitantes y que, por lo tanto, requieren atención en términos de adecuada planificación urbana y desarrollo económico (Villanueva, Comayagua, Choluteca, Puerto Cortés, Juticalpa, Catacamas, Olanchito, Siguatepeque, Tocoa, Tela, Yoro y Santa Cruz de Yojoa).
En perspectiva, hay también otros 11 grandes municipios con poblaciones con un promedio de 70,700 habitantes (muy cercano al cociente electoral de 77 mil ) que en conjunto suman casi 800,000, que deben también ser visualizados como puntos de actividad económica, política y social (La Lima, San Manuel, Santa Rosa de Copán, Trujillo, Intibucá, Quimistán, Nacaome, Gracias, Omoa, Roatán y La Paz). Destacando que estas comunidades brindan un significativo aporte a través de rubros estratégicos de exportación de bienes y servicios, incluidos el turismo, café, palma africana, azúcar, banano, tabaco, sandía, melón, camarón, entre otros rubros, sin embargo, carecen todavía de suficiente infraestructura productiva y social para atender las necesidades y aspiraciones de su creciente población.
