Dolor de patria

El 30 de noviembre puede ser el parteaguas de nuestro futuro. Por eso, ¡a votar por Honduras!”.

  • Actualizado: 15 de noviembre de 2025 a las 00:00

Como pocas veces, la historia contemporánea ha registrado un período de intensa inestabilidad institucional como el que estamos viviendo, provocada en gran parte, por la persecución enfermiza del poder ejercida por una neo-oligarquía política empecinada en retener el poder con el único propósito aparente, de continuar abusando de los beneficios que otorga el mismo, por cuanto, todos los indicadores mundiales, nos desnudan una realidad cruel al ubicarnos en los lugares más vergonzosos del desarrollo humano.

La crítica situación que atraviesa Honduras en todos los campos del acontecer nacional, no son producto de fuerzas mayores o de casos fortuitos insalvables, son nada más y nada menos, que el resultado de una deplorable sucesión de gobernantes incapaces, abusivos, irreverentes y ayunos de todo sentido de los valores cívicos, morales y culturales que son representativos de los pueblos que van ininterrumpidamente en pos de niveles superiores de bienestar.

Escuché una frase que me ha impactado profundamente y es que en nuestro país se perdió “EL DOLOR DE PATRIA”, son muy pocos los funcionarios públicos, dirigentes políticos, empresarios prósperos y otras figuras de la sociedad que están conscientes de los males que aquejan a las grandes mayorías del país y que procuran con sus acciones y dentro de las limitaciones que impone el medio, encontrar soluciones a dichos males.

Estamos inmersos en la fase final de un nuevo proceso electoral, lamentablemente, impregnado de controversias artificialmente provocadas por figuras de la fauna política del patio, cuya sola intensión es demeritar el proceso de elecciones, descalificar a los ciudadanos y ciudadanas responsables de su feliz conducción y diseñadas para provocar en la ciudadanía un alto grado de temor, esparciendo el rumor de que el día de la votación y las horas posteriores al mismo, se convertirán en un campo de batalla irracional, destructor de las esperanzas del pueblo por alcanzar un futuro que sea cementerio de las angustias que el país ha sufrido en los últimos tiempos.No podemos permitir que la mentira y la negación antipatriótica de las realidades que sufre el país, oculten los graves peligros que enfrentamos en estos momentos por la ausencia total de posturas y decisiones inteligentes que hayan evitado la fuga intempestiva de fuentes de miles de empleos de nuestros compatriotas, particularmente, en la zona norte del país y en las áreas exportadoras de productos nacionales en el golfo de Fonseca. Las confrontaciones estúpidas, libradas en los últimos cuatro años por ciertos representantes oficiales y otros oficiosos del gobierno de la República, debilitaron nuestras posiciones estratégicas con nuestro socio comercial principal, las cuales hoy, nos están pasando factura.

Si no entendemos el mensaje del presidente Trump al habernos marginado de la eliminación de aranceles como lo hizo con Guatemala y El Salvador, estaremos listos y servidos y todo esfuerzo por recuperar nuestro comercio tradicional con Estados Unidos, será nulo.El 30 de noviembre puede ser el parteaguas de nuestro futuro. Por eso, ¡a votar por Honduras!

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