¡A la dere!

Igualmente, entrarán al tapete decisiones vitales para la salud armónica de Honduras

  • 08 de diciembre de 2025 a las 00:00

Era 1960 y el corto sargento que dirigía las prácticas del desfile colegial convertía cada grito en cuestión de honor, quizás por ser la voz lo único que le sobresalía. Y el grupo de estudiantes, rezongando y cubriendo de improperios al mílite, torcía para acá y allá procurando aprender un ritmo marcial que a otros les costaba semanas, siendo además curioso que nunca era el giro a izquierda, pena castigada en aquel concierto de represión civil y castrense.

Los únicos satisfechos eran los maestros religiosos, herederos de la prolongada dictadura franquista de la península ibera, cuyas atrocidades les motivaban gozo.

Casi en igual manera metafórica luce que el pueblo hondureño acató en estas elecciones recientes una orden imperiosa, la de votar por la derecha, ya que los candidatos con mayor número de sufragios se ubican en ese perfil político, lo que es interesante como fenómeno masivo humano pero también como riesgo, ya que las fuerzas conservadoras tienden a privilegiar el prejuicio, la superstición religiosa y la contención social. Se nominan así, conservadoras, por su apego a un estatus que hacen lo posible por no cambiar.

Desde luego que las consecuencias de dicho voto masivo se conocerán posteriormente, cuando los nuevos funcionarios comiencen a desarrollar sus políticas y poner en práctica sus ejecutorias administrativas y vaya pronunciándose el estilo con que lo hacen; si con sed y afán de venganza, destituyendo de cargos a quienes fueron adversarios, o procurando conciliación.

Igualmente, entrarán al tapete decisiones vitales para la salud armónica de Honduras: si se re-acepta el abusivo planteamiento de las ZEDE, desde todo punto de vista inoportuno, o si se restablecen vinculaciones con Taiwán, despreciando a China continental.

Si el joven Congreso llegara a aprobar algún modo de ley tributaria, quien duda que lo hará con medias tintas, aguas tibias y concesiones, ojalá no cobradas en efectivo por los diputados, así son los oportunistas. Y más grave, qué planificación autónoma concebirán los tradicionalistas para la república que no sea mediatizada. Siento mucho no acuerparlos, o a lo mínimo creer en ellos, pero siete décadas contemplando malos toros desde la barrera educan otra lección.

La psiquis nacional no se libera del bipartidismo, tercamente sembrado por 120 años con pobreza continua, no porque no haya riqueza, sino por maldad, incapacidad y mezquindad, así como por entregar lo propio a manos ajenas. El pueblo igual se hace cómplice, pues cuando puede romper esos ciclos, más bien se aparta de los momentos progresistas (como el de Xiomara) y volvemos, torpes, a la abyección del esclavo, del vendido y colonizado. ¿Por qué causa...? Interpreto que es por miedo.

El fascismo nos atiborra con temores: al socialismo moderno, a un extinguido comunismo, a un desaparecido estalinismo, prefiriendo nos engañen a diario con propaganda falsa, amenazas inexistentes e insano pavor. Nos amaestraron para tener miedo al miedo y con miedo votamos.

Eso esperando que el resultado electorero haya sido una decisión viciosa de la población y no un engaño tecnológico como comienza a vislumbrarse, pues entonces ya no habría espacio para la verdad y reinaría, absoluta, la mentira

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