Penden sobre este gobierno una serie de desaciertos y acciones de corruptela que seguramente habrán de pasarle factura en las elecciones generales. Basta resaltar algunas de estas tropelías, encabezadas por actos como el narcovideo que desnuda sus vínculos con el crimen organizado, en donde aparecen miembros importantes del partido refundidor.
A partir de este caso, el Ministerio Público dio muestras que estaba al servicio de los altos tribunos de casa de gobierno y no del pueblo. Luego el tema de Koriun, donde muchos comprometieron sus ahorros, en la creencia que tendrían óptimas ganancias. Delicado asunto no solo porque puedan figurar en la pirámide del negocio oscuros personajes cercanos al poder político, sino también por la creencia que la empresa creada se prestaba para lavado de activos del crimen organizado.
Y mientras tanto, la CNBS evadía cualquier responsabilidad en la concesión de control y permisos de operación. Más reciente, estalló el escándalo de los cheques de Sedesol, donde nuevamente el Ministerio Público quedó mudo y amarrado. Un hecho igualmente previsible, pues quien repartió esa plata no lo hizo por cuenta propia, sino siguiendo órdenes superiores de las autoridades máximas de su partido, intocables para la competencia de la fiscalía.
El nudo apretó cuando la fiscal general de Estados Unidos declaró que el presidente de Venezuela encabeza una presunta red de sobornos dirigida a funcionarios de México, Honduras y Guatemala. El objetivo de estos pagos sería garantizar que cargamentos de droga procedentes de Sudamérica crucen sin obstáculos el espacio aéreo de dichos países en su ruta hacia territorio estadounidense.
Tremendo lío para el gobierno hondureño que no convence con sus explicaciones sobre la existencia y estado de sus radares. Además, se acusó a Maduro, “amigo” del familión, de ser el jefe del Cartel de los Soles, una agrupación criminal y terrorista que implicaría a muchos funcionarios del gobierno venezolano, facilitando el narcotráfico y el lavado de dinero de otras estructuras criminales.