Antes la gente no tenía mucho, pero tenía algo que hoy casi nadie tiene, paz. Había unión, y había tiempo para disfrutar lo que realmente importaba. Las casas eran sencillas, muchas veces pequeñas, pero estaban llenas de risas. No había sofás caros ni televisores grandes, pero había familias que se sentaban a conversar, a contar historias o simplemente a estar juntos. Hoy tenemos más cosas, pero menos momentos, más tecnología, pero menos abrazos sinceros. Antes la gente trabajaba duro, sí, pero también sabía descansar. Hoy todo es correr, producir, aparentar. Antes el día alcanzaba para todo, ahora el tiempo nunca es suficiente, y no es que el pasado fuera perfecto, pero tenía algo que hoy extrañamos, simplicidad.
La gente se conformaba con poco, no porque no quisiera más, sino porque valoraba lo que tenía. Una comida sencilla sabía deliciosa. Antes, la felicidad no dependía de una pantalla, bastaba una mesa con la familia, una conversación con los vecinos o un paseo por el campo. La gente sabía disfrutar sin estar comparándose con nadie, no existía esa necesidad de demostrar nada ni de aparentar una vida perfecta. Las madres cocinaban con amor, los padres daban el ejemplo, los hijos respetaban, había más valores, más humildad, más agradecimiento. Hoy parece que todo gira en torno a lo material y mientras más tenemos, más vacíos nos sentimos. Antes si alguien necesitaba algo, los vecinos ayudaban, hoy ni siquiera sabemos el nombre del que vive al lado. Nos hemos vuelto fríos, apurados, desconectados de lo más importante. La gente de antes no hablaba de salud mental, pero la tenía, no necesitaba retiros espirituales, ni terapias para encontrar equilibrio, lo encontraban en la fe, en la familia, en la risa de los hijos, en la calma de los domingos. Quizá la vida no se trata de tenerlo todo, sino de aprender a disfrutarlo poco con gratitud, porque lo que antes llamaban poco, en realidad era todo, familia, salud, paz y amor sincero, y eso, aunque pasen los años sigue siendo lo único que de verdad importa. ¡Una bendición!