Ego, el mayor enemigo

Reza la historia que el emperador romano Marco Aurelio decía que el mayor enemigo del ser humano es el ego. Y no cabe la menor duda que lo es, para que un ser humano pueda adquirir un mayor grado de conciencia, es decir, aquello que está dentro de nosotros que nos dicta si estamos actuando bien o mal. Cuando nos permitimos ser dominados por el ego en nuestro actuar priva el interés, nuestro ego nos aleja de la humildad y también nos hace tenerle temor a la muerte, pues el ego sabe que cuando nos desapegamos de lo material, nuestros miedos se irán. ¿Por qué temerle a la muerte si es un proceso que no podemos detener? Cuando actuamos desde el ego, a la vez, también estamos cegados de poder buscar la verdad, pues creemos que somos dueños de la misma. No voy a relatar de manera explícita un concepto como tal, espero que con todo lo que acá se diga, los lectores hagan una reflexión y saquen sus conclusiones. El ego en la actualidad es el gran causante de los divorcios, porque es egoísta, pero en una separación los que más sufren son los hijos, el ego aleja al amor y el amor es la máxima energía, entonces cuando mamá se separa de papá, se rompe la estructura que debe de moldear a los hijos; también el ego causa mucho daño cuando el profesor dice que al alumno no hay que enseñarle todo, el ego nos enseña que tenemos libertad sin importar limitar la libertad de los demás, el ego tampoco nos ayuda a forjar el carácter, por el contrario, nos condiciona creando hábitos en contra de nuestra propia conciencia, pero es que en realidad hay mucho interés en tener una sociedad controlada, una persona libre nunca aceptará un engaño, defenderá sus criterios con lógica. En conclusión, los seres de bien son aquellos que no están dominados por su ego, para vivir en paz hay que dejarlo, para entender que la muerte es un paso, porque somos energía, es decir, que trascendemos, también hay que dejar a un lado a este poderoso enemigo, así también, las religiones hacen mal cuando tienen ego.