Adrenocromo

Es un debate que ha confrontado a la derecha con la izquierda, a Washington con Hollywood. En este debate se ha mencionado a grandes personalidades como Donald Trump y Mel Gibson, quienes, al parecer, creen en QAnon, que es una teoría no tan marginal y sin fundamento que sostiene que un agente del gobierno “Q” es una fuente de información continua sobre secretos del “Estado profundo”, como la existencia de una camarilla global de pedófilos sedientos de sangre de niños. Esa información errónea encontrada en el clásico psicodélico de Hunter. S. Thompson de 1971 “Miedo y asco en Las Vegas”, probablemente plantó la semilla que se convirtió en una de las teorías conspirativas más extravagantes y repugnantes. Esa sería la absurda afirmación de QAnon, de que celebridades de Hollywood y políticos de la “élite liberal” están secuestrando niños para extraerles sangre con la finalidad de rejuvenecerse con adrenocromo. Recientemente, las fuerzas especiales rusas aseguraron haber desmantelado una red de tráfico de menores que involucra a la primera dama de Ucrania. Dijeron haber encontrado cientos de menores en condiciones atroces en túneles subterráneos. En la historia -tanto los políticos como la farándula- nos han entretenido con historias reales o de ciencia-ficción, pero en lo que se refiere a esta perversa historia inventada de QAnon, según la cual una red de pedófilos, compuesta por políticos demócratas y celebridades de Hollywood, participa en sacrificios satánicos que culminan en la ingestión de la sangre de niños, de ser comprobada sería algo que estremecería al mundo. Los científicos, por su parte, sostienen que el adrenocromo es un compuesto químico sin efectos narcóticos o rejuvenecedores y en definitiva no es una droga que se extrae de niños violentados. Saque usted sus propias conclusiones.