Por Carlotta Gall y Oleksandr Chubko/The New York Times
Jarkov, Ucrania — Cuando el ejército ucraniano atravesó una crisis de reclutamiento el año pasado entre crecientes reveses en el campo de batalla, una de las personalidades culturales más populares del País dio un paso al frente y se enlistó.
“Llegó el momento en que me resultó incómodo no enlistarme”, dijo Serhiy Zhadan en una entrevista en una base militar en julio.
Zhadan, de 50 años, un querido poeta, novelista, letrista y estrella de rock en Ucrania, se unió a una brigada local de la Guardia Nacional en su ciudad natal de Járkov en mayo. Para el verano, estaba sirviendo en una unidad de ingeniería en la segunda línea de defensa.
Muchos de sus amigos ya estaban combatiendo, dijo sobre su decisión de enlistarse. “Esta sensación de que alguien está luchando por ti, en tu lugar, mientras tú también puedes unirte, también fue importante”.
Él puede llenar una arena deportiva o un teatro de Kiev para lecturas de poesía, como hizo el verano pasado, y su banda de rock fue aclamada por ofrecer la mejor actuación en un festival de música en julio. Las ganancias de sus conciertos se destinan al esfuerzo bélico.
Sus comandantes y amigos en la Brigada de la Guardia Nacional de Khartia estaban felices por el impulso moral y la publicidad que su presencia ha generado. Durante mucho tiempo ha apoyado y recaudado fondos para la brigada e incluso le dio su nombre, que significa Estatuto, cuando fue formada por voluntarios de Járkov en el 2022.
Pero sus comandantes también están conscientes de la responsabilidad de mantener seguro a semejante ícono nacional. Un bloguero de guerra ruso ha anunciado un precio de 5 mil dólares por su cabeza. Zhadan dijo que no estaba recibiendo trato especial, pero que en los descansos de su entrenamiento, los soldados e instructores le pedían selfies.
Los poetas han ocupado un lugar especial en la sociedad soviética y sus secuelas, y se confió en ellos como disidentes bajo un sistema totalitario brutal y como guías morales y culturales en la transición caótica después de la desintegración de la Unión Soviética.
Sus conciertos de rock con su banda Zhadan i Sobaky (Zhadan y los Perros) le han ganado una popularidad adicional, particularmente entre los más jóvenes. Sus canciones, una mezcla de punk y jazz, para las que él escribe las letras y la banda les pone música, son anárquicas, llenas de maldiciones y odas a las drogas, el alcohol y el rock ‘n’ roll. Pero también hablan del amor y la libertad.
Su obra escrita —poesía y prosa que abarca más de tres décadas y que es una crónica de su propia evolución y la de su generación— lo ha convertido en una de las figuras literarias contemporáneas más importantes del País. Es significativo que sea un poeta del este de Ucrania y que ha dado voz a la gente de las provincias fronterizas del Donbás, que ahora están ocupadas en gran medida por fuerzas rusas y reclamadas por el Presidente Vladimir V. Putin como parte de Rusia.
La invasión a gran escala en el 2022, cuando las tropas rusas estuvieron a punto de capturar la ciudad de Járkov, al principio le quitó las palabras, dijo.
“El estrés era tan enorme que te quitaba el aliento”, dijo. Pero la necesidad de escribir volvió después de unos meses. Sigue siendo prolífico, abordando el dolor, la muerte y la separación, y en la importancia de registrarlo todo. A pesar de todo, confía en que Ucrania prevalecerá.
“Será un proceso largo, pero creo que al final de este proceso veremos un regreso a nuestras fronteras”, dijo.
Vladyslav Golovin contribuyó con reportes.
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