Murciélagos en riesgo por segunda cepa de hongo mortal en Asia

Un nuevo estudio revela que la enfermedad de la nariz blanca tiene dos cepas. Si la segunda llega a América, podría causar otra mortandad masiva de murciélagos

  • 09 de junio de 2025 a las 14:15
Murciélagos en riesgo por segunda cepa de hongo mortal en Asia

Por Carls Zimmer /The New York Times

En el invierno del 2006, mientras biólogos del Estado de Nueva York inspeccionaban colonias de murciélagos hibernantes, descubrieron montones de animales muertos en el suelo de cuevas y minas abandonadas.

El culpable era un hongo nuevo para la ciencia. Causaba la enfermedad de la nariz blanca, llamada así por los zarcillos pálidos y peludos que brotaban de las fosas nasales de sus víctimas. El hongo, Pseudogymnoascus destructans, o P. destructans, se ha propagado de Nueva York a 40 Estados de EU y nueve provincias de Canadá.

“Este es el evento de mortalidad de fauna por un patógeno más dramático jamás documentado”, declaró DeeAnn Reeder, ecóloga de enfermedades en la Universidad de Bucknell, en Pensilvania. “Millones y millones de animales han muerto”.

En los últimos años, los expertos en murciélagos han encontrado maneras de protegerlos de la enfermedad y ayudar a los animales infectados a sobrevivir. Pero un estudio nuevo descubrió que Pseudogymnoascus destructans consta de dos especies endémicas a Europa y Asia. Sólo una ha llegado a Norteamérica. Si la segunda se introduce en el continente, podría desencadenar otra epidemia devastadora.

Un cultivo de 35 días de Pseudogymnoascus destructans, el hongo que causa la enfermedad de la nariz blanca.

“Creo que es aterrador”, dijo Reeder, que no participó en el estudio.

El líder del estudio, Sébastien Puechmaille, de la Universidad de Montpellier, en Francia, ayudó a cartografiar la distribución del hongo en Europa y tan al este como Corea del Sur. Sin embargo, en ningún lugar de Europa ni Asia causó el P. destructans muertes masivas como en Norteamérica. Puechmaille y sus colegas descubrieron que el hongo evolucionó originalmente en Europa y Asia, donde desarrolló una coexistencia pacífica con los murciélagos durante millones de años.

El hongo crece únicamente en las bajas temperaturas del cuerpo hibernante de un murciélago. No causa daños duraderos; los animales entran en calor en primavera y eliminan el hongo. Cuando los murciélagos abandonan sus cuevas, dejan esporas de hongos que pueden infectar a nuevos huéspedes el invierno siguiente.

Cuando P. destructans apareció repentinamente en Norteamérica a principios de la década del 2000, los murciélagos de la zona no estaban bien preparados para afrontar la nueva enfermedad. Mientras sus sistemas inmunológicos luchaban contra el hongo, despertaban a menudo en el invierno y consumían sus reservas de grasa. Para la primavera, muchos murciélagos infectados habían muerto de hambre.

Puechmaille y sus colegas secuenciaron el ADN de más de 5 mil 400 muestras de hongos.

Todas las muestras de P. destructans que los científicos han estudiado en Norteamérica son clones casi idénticos. Todos deben haber descendido de una sola espora.

Sébastien Puechmaille, de la Universidad de Montpellier, toma muestras de la pared de una cueva en Francia.

En su estudio, Puechmaille y sus colegas descubrieron que los hongos norteamericanos coinciden estrechamente con muestras recolectadas de murciélagos que hibernaban en cuevas en la región de Podillia, en Ucrania.

Tras la caída de la Unión Soviética en 1991, espeleólogos estadounidenses comenzaron a explorar las cuevas de Podillia. Puechmaille especuló que lodo plagado de esporas podría haberse adherido al equipo de un espeleólogo y haber sobrevivido su viaje de regreso a Estados Unidos. Ese espeleólogo podría haber transportado involuntariamente la espora a una cueva de Nueva York en una bota o una cuerda, desencadenando una epidemia.

Puechmaille descubrió que las muestras de hongos pertenecían a dos grupos genéticamente distintos. Esto significa que P. destructans consta de dos especies, llamadas Pd-1 y Pd-2.

Las dos especies se separaron de un ancestro común hace aproximadamente un millón de años. El área de distribución del Pd-1 se extiende por toda Europa, llegando hasta los montes Urales de Rusia. El Pd-2 es menos común en Europa, pero se extiende hasta Asia.

La epidemia norteamericana fue causada únicamente por Pd-1. Si Pd-2 llega al continente, las especies de murciélagos gravemente afectadas por Pd-1 podrían verse llevadas a la extinción y las que lograron resistirlo podrían sucumbir a Pd-2.

Puechmaille dijo que era importante implementar políticas para evitar que Pd-2 se transporte a otros continentes. La gente no debe trasladar equipo para cuevas entre países y es necesario desinfectarlo entre expediciones, dijo.

“Con una espora basta”, advirtió.

© 2025 The New York Times Company

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