Por Amelia Nierenberg y Chirstina Anderson /The New York Times
¿Quién pasaría horas al día viendo a los alces caminar por el norte de Suecia en su migración anual de primavera? Resulta que mucha gente.
De hecho, “La Gran Migración de los Alces”, una transmisión en vivo anual sueca que comenzó el 15 de abril, pronto podría destronar a los créditos iniciales de “Monty Python y el Santo Grial” como el mayor tributo artístico de la humanidad al alce sueco.
Tal vez ha sea un hecho consumado.
“Realmente no pensé que impactaría”, dijo Arne Nilsson, de 54 años, hablando de cuando debutó en el 2019. “Pensé que sería ridículo”, agregó.
Nilsson, quien creció en los bosques suecos, estaba equivocado. Ahora, dedicará 6 horas al día a moderar un grupo en Facebook de más de 77 mil fans, muchos de los cuales pasarán las próximas tres semanas viendo alces en SVT, la emisora nacional de Suecia.
A diferencia de muchos otros programas con tema de naturaleza, que pueden tener música y narración, la transmisión de la marcha de los alces no tiene producción. También es en vivo. Las únicas “ediciones” son cortes entre las 34 cámaras a lo largo de la ruta migratoria.
Ese es el atractivo, dijo Nilsson: los alces no saben que están siendo observados. Y definitivamente no saben que los están observando fans que comentan en vivo su alegría minuto a minuto al observar la migración.
“Esto no está montado”, dijo. “Esto no está armado. Esto es un reality show en su máxima expresión”.
Alrededor de 300 mil alces viven en Suecia, dijo Goran Ericsson, quien dirige el grupo de investigación de alces en la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas. Los aproximadamente 100 que pueden aparecer en la transmisión en vivo están recorriendo un camino que sus ancestros han seguido desde la edad de hielo.
El año pasado, millones de personas vieron la transmisión en vivo, dijo Johan Erhag, el productor ejecutivo. Y los fans están totalmente obsesionados.
“Algunas personas son fanáticos”, dijo Lasse Nasstrom, de 59 años, miembro del grupo de Facebook, que lo ve mientras trabaja. “Creo que algunos de ellos no duermen durante esas semanas”.
Algunas personas, como Lillemor Elfgren, comienzan sus días checando actualizaciones. Elfgren, de 43 años, vive en Vannasby, en el noreste de Suecia, y recibe una notificación cada vez que hay verdadera acción. “¿Ha sucedido algo interesante?”, dijo. “¿Alguno está a punto de nadar?”.
Incluso cuando no hay alces visibles (que sucede con más frecuencia de lo que uno pensaría), el bosque impacta. Los ríos fluyen contra riberas nevadas. Cisnes se deslizan, blancos y salvajes.
“Quiero que sea como una pintura viviente en la pared”, dijo Stefan Edlund, el productor del programa.
Sus cámaras filmarán a los alces hasta el 4 de mayo. Para los fans, la transmisión es a la vez un oasis y un espejismo. Se sientan a contemplar los bosques y ríos de Suecia, publicando su deleite en línea.
Marianne Hauger, de 49 años, la sintoniza en su casa en Trundon, una pequeña isla en el noreste de Suecia. Adora los alces, pero la conversación es el verdadero atractivo. “Cuando estás en este chat, olvidas que hay cosas malas en el mundo”, dijo.
Y siempre hay decepción cuando termina cada año dijo Hauger. “Se siente tan vacío”, dijo.
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