Gansos invaden playas de Helsinki y complican el verano finlandés

En plena ola de calor, miles de barnaclas cariblancas invaden las playas finlandesas, dejando tras de sí montones de heces que ponen a prueba la paciencia de bañistas y autoridades

  • Actualizado: 10 de agosto de 2025 a las 15:00
Gansos invaden playas de Helsinki y complican el verano finlandés

Por Amelia Nierenberg y Johanna Lemola / The New York Times

Cada verano los finlandeses hambrientos de sol acuden en masa a la playa Hietsu en Helsinki. Pero en medio de una reciente ola de calor sin precedentes, una bandada muy diferente también ha estado acechando las olas alrededor de la capital de Finlandia: las barnaclas cariblancas. Por la noche, estos gansos se posan junto a la orilla. Al llegar el día, mientras la gente extiende sus toallas, se alejan contoneándose, dejando pequeños montículos de excremento a su paso.

“Puede haber una impresionante cantidad de excremento”, dijo Jukka Lundgren, administrador de las playas públicas de Helsinki.

Los finlandeses distan mucho de ser los únicos en su lucha contra el excremento de ganso, que pueden ser portador de gérmenes peligrosos como la E. coli y la salmonela. En los últimos años, los canadienses han intentado reubicar a los gansos, los neoyorquinos han contratado un perro patrulla y los californianos han decidido sacrificarlos de manera selectiva.

Pero Finlandia no permite el sacrificio, y cazar gansos en la zona urbana de Helsinki de todos modos sería poco factible. Los finlandeses están desesperados por hallar soluciones, ya que sólo tienen dos meses de verano para disfrutar.

En julio del 2024, los investigadores contaron unos 5 mil 300 gansos en el área de Helsinki, reporta el Instituto Finlandés del Medio Ambiente.

En la playa, quienes toman el sol deben revisar la arena antes de extender sus toallas. Los jugadores de voleibol playero esperan no encontrarse cara a cara con excremento al caer. Y los padres vigilan atentamente a sus pequeños para que no se lleven las heces a la boca.

“Tienes que cuidar cada paso”, dijo Pauli Puirava, quien pasó una tarde reciente en la playa Hietsu con su esposa y sus dos hijos. “A donde vayas al aire libre en Helsinki, no hay ningún lugar sin excremento de ganso”.

Algunas playas pueden ver más de 18 kilos de excremento al día, dijo Lundgren.

Su equipo sigue buscando nuevas soluciones. Una vez intentaron asustar a los gansos reproduciendo los sonidos de águilas marinas, pero los gansos rápidamente cayeron en cuenta.

La esperanza más reciente era una jaula con ruedas muy parecida a una vieja podadora de césped manual, diseñada para tamizar la arena sucia y recoger sólo las heces. Pero Minni Aakko, jefa del equipo de mantenimiento de verano, comentó que los trabajadores la encontraron pesada y difícil de manejar en la arena mojada.

Así que Aakko ha vuelto al método tradicional: recoger heces de ganso con una pala y guantes de hule. El trabajo le resulta casi meditativo, comentó. Pero el olor puede persistir.

“No es un mal trabajo”, dijo. “Pero no es mi trabajo favorito aquí”.

© 2025 The New York Times Company ​​​

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