Envejecen, pero siguen rockeando

Mantienen funcionando a la industria de la música en vivo y sus filas pueden contener más empleados de mayor edad que cualquier otro segmento del negocio de la música

  • Actualizado: 16 de febrero de 2025 a las 00:00
Envejecen, pero siguen rockeando

Por Tim Sommer | The New York Times

El negocio de la música devora a los jóvenes e ignora a los viejos. O al menos eso es lo que puede parecer. Aparte de un puñado de ejecutivos atrincherados y un circuito de espectáculos de abolengo, las oportunidades de empleo en la industria para aquellos en edad de jubilación parecerían escasas. Pero hay una excepción: muchos de los roadies, técnicos de instrumentos y especialistas en sonido en vivo más respetados de la industria tienen más de 60 años e incluso rebasan los 70.

Ellos son los verificadores de sonido que cuentan en los micrófonos; los corredores que sacan guitarras entre canción y canción; los temerarios que se suben a las alturas para ajustar las luces; los espeleólogos que hurgan debajo de los escenarios para ajustar cables. Su labor es crear una experiencia fluida para el fan de la música y una experiencia indolora para el músico. Mantienen funcionando a la industria de la música en vivo y sus filas pueden contener más empleados de mayor edad que cualquier otro segmento del negocio de la música.

Kevin Dugan, de 70 años, tiene décadas trabajando con Michael Anthony, el ex bajista de Van Halen. Dallas Schoo, de 71 años, tiene 52 años en el negocio y ha servido como el técnico de guitarra de the Edge desde que U2 tocaba en clubes. Betty Cantor-Jackson, de 76 años, operó por primera vez la consola de Grateful Dead en 1968 y aún está activa. “No siempre tenemos que desaparecer, ¿sabes?”, dijo.

Para los músicos que los contratan, estas personas mayores suelen ser preferibles a los técnicos menos probados. “Tengo 50 años de no llenar una solicitud de empleo”, dijo Frank Gallagher, de 77 años, que trabaja en una residencia en Las Vegas para los B-52. (Cuando comenzó a mezclar en vivo a los Talking Heads en 1977, ya tenía 11 años en el negocio).

Danny Goldberg, el veterano manager musical y ejecutivo del sello, dijo que estos roles involucran una relación personal con el artista. “Es como tener un médico —quieres a alguien que te conoce íntimamente”, dijo. “Es una gran ventaja para el artista tener continuidad”.

Anthony coincidió: “Kevin Dugan ha estado trabajando conmigo 43 años”, dijo. “Puedo subir al escenario todas las noches y sentirme totalmente relajado y seguro de que él tiene todo bajo control”.

Un sábado por la mañana a mediados de octubre, Bob Czaykowski, conocido como Nitebob, salió de un hotel en Seekonk, Massachusetts, y se subió a la van que llevó a la banda Lez Zeppelin a su siguiente concierto. Lo esperaba un día completo haciendo las mismas cosas que había estado haciendo durante medio siglo: subiendo escaleras, levantando estuches y bolsas, revisando cables, colocando micrófonos, probando salidas y verificando el sonido.

Czaykowski, de 74 años, estaba encantado de sentirse finalmente casi al 100 por ciento después de dos reemplazos de rodilla.

Prácticamente todos los técnicos activos reaccionan con reverencia al nombre de Czaykowski, al igual que muchos músicos. Se encargó del “sistema frontal” —el nombre formal de la persona detrás de la consola de sonido— a principios y mediados de la década de 1970 para los New York Dolls, los Stooges, Aerosmith y otros; más recientemente fue el técnico de guitarra de Walter Becker, co-líder de Steely Dan. Durante los últimos 13 años, ha operado principalmente la consola de Lez Zeppelin, la banda de covers de Led Zeppelin exclusivamente femenina.

© 2025 The New York Times Company

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