Por Alexandra E. Petri | The New York Times
Chad Tavernia estaba en su casa en Malone, Nueva York, un sábado de enero cuando recibió una llamada de una pareja cuyo cachorro se había escapado de su jardín. Habían buscado en el bosque nevado detrás de su casa, pero la cachorrita, Aurora, había desaparecido.
Había pasado casi un día y las temperaturas estaban bajo cero. La pareja, Paul Conto y Kathern McPherson, estaba desesperada por saber: ¿podría Tavernia encontrar a Aurora?.
Tavernia, de 44 años, es el fundador de North Country Drone Search & Recovery, que encuentra mascotas desaparecidas.
Así que manejó unos 11 kilómetros hasta la casa de la pareja en Burke, Nueva York, y lanzó su dron de imágenes térmicas. Después de unos 90 minutos, el dron detectó una señal de calor en un campo de maíz a casi 6 kilómetros de distancia. Era Aurora, acurrucada entre la nieve.
Tavernia guió a Conto vía telefónica hasta su ubicación y fue llevada a casa sana y salva.
“Estaba seguro de poder encontrarla”, dijo Tavernia.
En el año pasado ha encontrado 42 perros. “Estoy buscando la mascota muy querida de alguien”, dijo. “En realidad, hay un animal vulnerable allí afuera cuya vida está en juego”.
Tavernia, un investigador retirado de la policía estatal de Nueva York, compró el dron en noviembre del 2023. Abrió una página en Facebook para publicar fotografías de los linces, venados y demás fauna que encontraba con él.
En enero del 2024, recibió una llamada de una mujer en Berkshire, Vermont, cuyo perro llevaba seis días desaparecido. Tavernia empleó sus habilidades policiales y recopiló cada detalle sobre el perro, un vizsla llamado Otis. “Dije: ‘Si puedo colocar este dron por encima del perro, casi puedo garantizar que lo encontraré’”, recordó.
La tecnología del dron convierte las señales de calor en algo que los humanos pueden ver y permite a Tavernia revisar rápidamente cientos de hectáreas desde lo alto.
Aproximadamente a los 90 minutos de iniciada su búsqueda, Tavernia localizó a Otis en un pantano a casi 2 kilómetros de su casa y lo ayudó a reunirse con su dueña. Días después, localizó a Max, un pastor alemán de 4 meses que llevaba varios días perdido en las montañas Adirondack. “Sin él, no creo que tendría a mi mejor amigo conmigo en este momento”, dijo Ryan Luebbers, dueño de Max.
En mayo Tavernia subió 580 metros por el Monte Catamount en las Adirondacks para encontrar un husky llamado Echo que se echó a correr cuando se rompió su correa. A las 1:15 horas Tavernia finalmente llegó hasta Echo, que estaba atrapada en una cornisa y se avecinaba una tormenta. “La emoción que pude sentir en Echo cuando supo que ya no estaba sola varada en la montaña hizo que todo valiera la pena”, escribió en Facebook.
Tavernia cobra desde 300 dólares por una búsqueda local hasta 600 dólares por las que involucran más distancia. Después de encontrar un perro, envía su ubicación al dueño, quien lo recupera mientras se mantiene en la línea con él. Tavernia asesora a los dueños sobre cómo convencer a sus perros de que regresen usando “palabras melosas”.
Eso sucedió con Aurora, quien se adentró más en el bosque cuando llegó Conto. Con la guía de Tavernia, la llamó suavemente.
“Una vez que la vi y vi su colita meneando, fue increíble”, dijo Conto, de 44 años.
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