Denuncian a gobierno chino de intentar eliminar la cultura tibetana en internados

Activistas denuncian que el gobierno chino usa internados para asimilar a niños tibetanos, eliminando sus raíces culturales y controlando sus creencias

  • Actualizado: 26 de enero de 2025 a las 00:00
Denuncian a gobierno chino de intentar eliminar la cultura tibetana en internados

Por Chris Buckley/The New York Times

En el oeste de China, el Partido Comunista está internando a niños en un esfuerzo por asimilar a una generación de tibetanos y convertirlos en ciudadanos leales.

Activistas de derechos tibetanos, así como expertos de la ONU, han dicho que el partido está separando sistemáticamente a los niños tibetanos de sus familias para borrar la identidad tibetana y profundizar el control de China sobre un pueblo que históricamente se resistió al gobierno de Beijing.

Dicen que alrededor de tres cuartas partes de los estudiantes tibetanos mayores de 6 años están en escuelas residenciales que enseñan principalmente en mandarín, reemplazando el idioma, la cultura y las creencias budistas tibetanas que los niños alguna vez absorbieron en sus hogares y en las escuelas de las aldeas. (El Instituto de Acción del Tíbet, un grupo internacional, estima que el número es de al menos 800 mil niños.)

Cuando Xi Jinping, el máximo líder de China, visitó una de esas escuelas en junio, entró en un aula donde estudiantes tibetanos, escuchando una conferencia sobre el comunismo, se pusieron de pie y aplaudieron para darle la bienvenida. La visita de Xi a la escuela en la provincia de Qinghai representó un firme respaldo al programa, pese a las críticas internacionales.

Los funcionarios chinos dicen que las escuelas ayudan a los niños tibetanos a dominar el idioma chino y a aprender habilidades que los prepararán para la economía moderna. Dicen que las familias envían voluntariamente a sus hijos a las escuelas, que son gratuitas, y que los estudiantes reciben clases de cultura y lengua tibetanas.

Pero investigación y entrevistas realizadas por The New York Times muestran que los niños tibetanos parecen ser seleccionados por las autoridades chinas para ser matriculados en escuelas residenciales. Sus padres a menudo tienen poca o ninguna opción más que enviarlos, dijeron expertos, padres e investigadores de derechos humanos. Muchos padres no ven a sus hijos durante largos periodos.

Docenas de artículos y reportes procedentes del sistema chino han advertido sobre la ansiedad, la soledad, la depresión y otros daños psicológicos que sufren los niños tibetanos.

La vida estudiantil está cargada de adoctrinamiento político. Las escuelas, por ejemplo, celebran lo que China llama “Día de la Emancipación de los Siervos”, en referencia al aniversario de la toma total del Tíbet por parte del Partido Comunista en 1959, después de un fallido levantamiento tibetano y una represión china que obligó al Dalai Lama a exiliarse. El partido acusa al Dalai Lama, el líder espiritual tibetano, de haber gobernado una sociedad esclavista.

Muchos padres tibetanos aceptan que sus hijos deberían aprender chino para tener oportunidad de conseguir mejores empleos, dijo Gyal Lo, un investigador de educación tibetano que ahora vive en Canadá y es un activista que trabaja para llamar la atención a las escuelas. Pero la mayoría también quiere que sus hijos adquieran primero una base sólida en su lengua materna.

“Los niños deben aprender de sus abuelos, de sus padres, sobre su idioma local, sobre los nombres de las cosas, sobre sus tradiciones y sus valores”, dijo Gyal Lo en una entrevista. “Los internados crean una distancia física y emocional de sus padres y familiares”.

Bajo el Gobierno de Xi, esas escuelas han reducido drásticamente las clases en tibetano. La mayoría de las clases se imparten en chino, un idioma desconocido para muchos niños tibetanos de las zonas rurales, que conviven poco con la mayoría china han.

Los funcionarios chinos insisten en que la inscripción es voluntaria. En realidad, el Gobierno ha cerrado las escuelas de las aldeas y las escuelas privadas de lengua tibetana, al tiempo que aplica estrictamente las leyes de educación obligatoria.

“Difícilmente se puede hablar de elección si todas las escuelas locales están cerradas”, dijo Fernand de Varennes, un experto en derechos humanos.

© 2025 The New York Times Company

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