Por David Yaffe-Bellany y Eric Lipton | The New York Times
WASHINGTON — Algunos de los ejecutivos de criptomonedas más poderosos de Estados Unidos se reunieron a pocas cuadras de la Casa Blanca para una fiesta tres días antes de la toma de posesión del Presidente Donald J. Trump, brindando por una Administración entrante que había prometido promover la industria.
Pero los millonarios y multimillonarios se llevaron una tremenda sorpresa esa noche. A las 21 horas del 17 de enero, con las festividades en pleno apogeo, Trump anunció en las redes sociales que estaba lanzando una criptomoneda, una memecoin conocida como $Trump.
La revelación generó nuevas preocupaciones éticas y legales sobre las formas en que Trump saca provecho económico de su poder y fama. Los ejecutivos de criptomonedas criticaron la acción, diciendo que Trump había socavado la credibilidad de la industria en el mismo momento en que los partidarios buscaban un lugar más destacado para las monedas digitales en las finanzas convencionales.
Su empresa, dijeron, creaba una burbuja que se desinfló parcialmente en unos días, aún al tiempo que la familia de Trump y sus socios comerciales recabaron millones de dólares por tarifas de compras y ventas de monedas.
Un análisis realizado por la empresa forense de criptomonedas Chainalysis mostró que la mayoría de las personas que compró $Trump probablemente eran inversionistas minoristas sin experiencia. Estos operadores “más o menos salieron tablas”, arrojó el análisis, aunque más de 100 mil perdieron dinero.
Sin embargo, según una estimación, $Trump generó 58 millones de dólares en honorarios para la familia Trump en menos de un día.
Cuando se le preguntó sobre el lanzamiento de la moneda el 21 de enero, Trump dijo, “No sé mucho al respecto”. Pero continuó publicando el anuncio del token.
Trump, que alguna vez fue un escéptico de las criptomonedas, acogió la industria durante su campaña electoral el año pasado, prometiendo poner fin a la represión regulatoria de la Administración Biden.
“Vamos a ganar mucho dinero para el País”, dijo Trump el 23 de enero mientras firmaba una orden ejecutiva comprometiéndose a promover la industria de las criptomonedas.
Es un negocio en el que Trump tiene un interés personal sustancial. En septiembre, él y sus hijos ayudaron a iniciar World Liberty Financial, una empresa diseñada para facilitar la solicitud y otorgamientos de préstamos en monedas digitales. Y Trump ha seleccionado personal en agencias reguladoras que parecen dispuestas a ayudar a la industria.
Eric Trump, uno de los hijos del Presidente, desestimó las críticas a la decisión de lanzar los tokens $Trump.
“La tarjeta comercial $Trump y World Liberty Financial son dos de los proyectos más exitosos en la historia de las criptomonedas”, dijo.
Para la mañana del 19 de enero, la moneda de Trump estaba entre las criptomonedas más valiosas del mundo, y las tenencias de su sociedad valían más de 50 mil millones de dólares en papel.
Muchas de las personas en el Baile de Criptomonedas quedaron efectivamente excluidas de la oportunidad de ganar dinero, al no poder comprar la moneda con suficiente anticipación como para obtener ganancias porque estaban de fiesta en lugar de estar en línea.
Luego, más tarde el 19 de enero, apareció una publicación en la cuenta X de Melania Trump: estaba lanzando su propia memecoin, esencialmente creando un competidor. El precio de $Trump se desplomó 60 por ciento al día siguiente.
De repente, el entusiasmo de la industria por Trump se convirtió en furia. Justin Bons, un ejecutivo de criptomonedas, dijo que los anuncios no eran “más que descaradas rapiñas de dinero”.
El token de Trump también generó preguntas legales, centradas en si constituía un riesgo de seguridad y debería haber estado sujeto a requisitos federales de divulgación y registro.
Los demócratas en el Congreso de EU han pedido a los reguladores federales que investiguen el asunto. Pero una investigación así requeriría que la Comisión de Bolsa y Valores investigara a la familia de un Presidente que acaba de nominar al presidente de la agencia, un abogado con estrechos vínculos con la industria de las criptomonedas.
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