Por Jonathan O’Callaghan / The New York Times
Con el lanzamiento de una pequeña nave espacial el 26 de febrero, una empresa privada está más cerca de su sueño de extraer metales preciosos en asteroides.
“Si esto funciona, probablemente será el negocio más grande jamás concebido”, dijo Matt Gialich, fundador de AstroForge, el constructor y operador de la sonda robótica.
Hace una década se habló mucho de la riqueza prometida por las empresas mineras de asteroides. Pero las cosas no funcionaron del todo.
“Florecimos tres o cuatro años antes de tiempo”, dijo David Gump, exdirector de Deep Space Industries, uno de los primeros aspirantes a mineros de asteroides. Deep Space Industries fue vendida en el 2019 sin alcanzar su objetivo.
AstroForge, una empresa de California, ya lanzó una nave espacial de demostración a la órbita terrestre y recaudó 55 millones de dólares en financiamiento. Ahora, después del lanzamiento, la segunda nave espacial robótica de AstroForge, llamada Odin, se dirige al espacio profundo. Fue lanzado a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX que también llevaba un módulo de aterrizaje lunar y un orbitador lunar. (Poco después del lanzamiento, Odin se separó del cohete).
Ninguna empresa comercial ha lanzado jamás una misión más allá de la Luna. AstroForge, que recibió la aprobación del Gobierno estadounidense para transmitir desde el espacio profundo, se comunicará con la nave espacial vía antenas parabólicas no reveladas en India, Sudáfrica, Australia y EU.
AstroForge había mantenido en secreto su asteroide objetivo, por temor a su competencia. Pero en enero, la compañía anunció el destino: 2022 OB5.
El asteroide no tiene más de 100 metros de largo. El equipo de AstroForge cree que 2022 OB5 es tipo M, una clase de asteroides que comprende el 5 por ciento de las rocas espaciales conocidas que pueden tener una gran cantidad de metal. El análisis del asteroide aún no ha sido publicado.
Los asteroides tipo M podrían ser útiles como recurso para la construcción en el espacio, tal vez para construir nuevas naves espaciales y maquinaria.
Y algunos tipos M también pueden ser ricos en valiosos metales del grupo del platino (MGPs), utilizados en dispositivos como los teléfonos inteligentes. La ganancia sería enorme si pudieran traerlos a la Tierra.
No todo el mundo está convencido de que el interior de los asteroides tipo M encierre tanto metal valioso.
“No hay suficientes MGPs en los asteroides para justificarlo como un negocio independiente”, dijo Joel C. Sercel, director de TransAstra, una empresa que está desarrollando una bolsa gigante que podría usarse para agarrar y extraer recursos de asteroides. La compañía probará una pequeña versión de la tecnología a bordo de la Estación Espacial Internacional luego de un lanzamiento a la estación este verano.
La legalidad de la extracción de asteroides y la venta de sus recursos sigue siendo incierta.
“¿Va AstroForge a reclamar una concesión? ¿El hecho de que lleguen a este asteroide antes que nadie más significa que nadie más puede ir a él?”, preguntó Michelle Hanlon, profesora de Derecho especializada en el espacio en la Universidad de Mississippi. “Será interesante ver la reacción internacional”.
Odin llegará a su objetivo a finales del 2025 después de un viaje de unos 300 días hasta 2022 OB5. El asteroide sigue una órbita alrededor del Sol similar a la de la Tierra. La sonda pasará cerca del asteroide a una distancia de un kilómetro utilizando dos cámaras blanco y negro para tomar fotografías. Al acercarse al objeto a miles de kilómetros por hora, la nave espacial tendrá un encuentro que durará cinco horas y media.
El objetivo es que estas imágenes sean suficientes para saber si el asteroide es metálico. El éxito no es seguro.
La primera misión de AstroForge, Brokkr-1, fue lanzada a órbita terrestre baja en abril del 2023 para probar la tecnología. Pero la misión se quemó en la atmósfera.
Vestri, la tercera misión de AstroForge, será la más ambiciosa. Esa nave espacial, del tamaño de un refrigerador, estará diseñada para aterrizar en un asteroide el próximo año, posiblemente incluso en 2022 OB5 si se confirma el contenido metálico. Las patas de aterrizaje de Vestri estarían equipadas con imanes diseñados para adherirse a la superficie del asteroide.
No está claro qué tan exitosa será esta misión. “Si está hecho de metal sólido, se adherirá”, dijo Benjamin Weiss, científico planetario en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Sin embargo, se sabe que muchos asteroides son montones de escombros, esencialmente colecciones de rocas unidas por la gravedad.
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