Por Ivan Penn / The New York Times
En el diminuto pueblo de Adams, Dakota del Norte, Nancy y Keith Budke, quienes tienen 43 años de casados, son apicultores migratorios. Producen miel con sabor a néctar de canola, tréboles de olor y otras flores que sus abejas polinizan primero en Dakota del Norte, luego en Texas tras ser transportadas allí en camión, y finalmente en California.
Esta temporada, las probabilidades de que las abejas llegaran a California eran mucho menores. Las colonias de abejas melíferas han estado bajo asedio en gran parte de América del Norte. Los parásitos, la pérdida de hábitat, el cambio climático y los pesticidas amenazan con eliminar hasta el 70 por ciento o más de las colonias de abejas melíferas de Estados Unidos este año, potencialmente la pérdida más devastadora en la historia del País.
“Hay escasez de abejas a nivel mundial”, dijo Nancy Budke, de 62 años. “Llevamos una vida de locos porque estamos tratando de librar tantas batallas diferentes”.
Los Budke son propietarios y administradores de Budke Bees, una pequeña empresa apícola comercial. Al inicio de su migración anual en agosto, contaban con 2 mil 900 colmenas.
Las abejas melíferas son fundamentales en la producción de alrededor de 100 cultivos en EU, polinizando las flores de hortalizas, árboles frutales y de frutos secos. Las empresas apícolas comerciales obtienen la mayor parte de sus ingresos de la polinización de campos y huertos, particularmente en California, que produce el 80 por ciento de las almendras del mundo. Camiones de todos los rincones de EU transportan abejas a los almendros del Estado para su temporada de polinización, de octubre a marzo.
Sin embargo, llegar allí se ha vuelto cada vez más difícil.
El destino de las abejas se convirtió en tema de interés en Estados Unidos después de que los titulares a finales del otoño del 2006 y principios del invierno del 2007 proclamaran: “Mueren abejas: ¿Es una crisis o una fase?”. Desde entonces, algunos años han sido peores que otros, pero ha habido un firme descenso en las colonias de abejas con el tiempo.
Los científicos han denominado a este fenómeno “trastorno de colapso de colonias”: las abejas simplemente desaparecen después de volar a buscar polen y néctar. La enfermedad desactiva su radar, impidiéndoles encontrar el camino a casa. La reina y sus crías, si sobreviven, quedan indefensas. Se desconocen las causas exactas.
Las colonias de abejas se han vuelto aún más vulnerables gracias al aumento en los fenómenos meteorológicos extremos, como sequías, olas de calor, huracanes, incendios forestales e inundaciones que han dañado o destruido a las abejas y la vegetación que polinizan. Además, los parásitos proliferan cuando hay daño a los ecosistemas.
Las tasas de pérdidas anuales han aumentado entre todos los apicultores durante la última década, y los colapsos más significativos de colonias en operaciones comerciales se produjeron en los últimos cinco años.
A mediados de octubre, las abejas de los Budke fueron transportadas a Texas. Pero a principios de este año, los apicultores de todo Estados Unidos comenzaron a reportar grandes colapsos de colmenas. Más de la mitad de los aproximadamente 2.8 millones de colonias colapsaron, para unos 600 millones de dólares en pérdidas económicas.
Los Budke regresaron a Texas y revisaron sus colmenas antes de enviarlas a California. Caja tras caja estaba vacía. Aproximadamente dos tercios de sus colmenas colapsaron, quedando solo 880 para el viaje a California.
El impacto de estas pérdidas en los almendros de California y demás vegetación no se conocerá por completo hasta semanas o meses después de la polinización.
Para salvar su negocio, los Budke están reconstruyendo sus colonias, trasladando crías y algunos adultos de las colmenas restantes a nuevas. Han intentado comprar reinas a los criadores para llenar las nuevas colmenas, pero el colapso de las colonias en EU y la pérdida de criadores en Florida a causa del huracán Milton las han vuelto escasas.
Ante la incertidumbre sobre el futuro de su negocio, Nancy Budke se ha vuelto a los pesticidas para centrar su ira. (El Departamento de Agricultura de EU afirma que la “exposición subletal” a estos es uno de los principales factores que amenazan a las abejas).
“Esperamos que alguien empiece a escucharnos”, dijo Nancy Budke. “Tienes que dejar de rociar a tus dientes de león. ¿A quién le importa si tu césped tiene un par de flores? ¿Quieres comer?”.
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