Ciudad de Guatemala, Guatemala.- Cargando en su mano una pequeña mochila de una niña que murió en el trágico accidente de un bus en Guatemala, un médico que llegó a socorrer a las víctimas estalló indignado y al borde del llanto para reclamar a las autoridades de Tránsito, responsabilizándolos por la tragedia que segó la vida de 53 personas.
La indignación y el dolor se hicieron sentir en sus palabras, al revelar que le tocó rescatar el cuerpo de la menor, cuya edad no superaba los 15 años, mientras sacaba del bolso mojado un bocado de comida que la menor llevaba para comer en el trayecto.
“Esto era de una niña, como de 15 años. Es responsabilidad de todos ustedes, sí. Policías, bomberos, gente civil, que esto no vuelva a pasar”, dijo en un discurso cargado de dolor y enojo, señalando la falta de control sobre la velocidad de los conductores.
El médico reclamó que la tragedia no es la única registrada en el país, pues solo la semana pasada otro accidente dejó varios muertos.
El reclamo del profesional de la Medicina fue captado mientras se encontraba en la escena del trágico accidente en Guatemala, a donde el bus fue a caer desde un puente tras perder el control por la alta velocidad, dejando 53 muertos y varios heridos.
El médico guatemalteco expresó con furia y frustración su sentir tras recuperar el cadáver de una joven víctima. “Ella llevaba unos 15 quetzales y unas bolsitas con alimentos que llevaba para el camino. Yo la saqué muerta por irresponsabilidad de las autoridades que no vigilan la velocidad de estos señores que son asesinos. Esto no puede seguir pasando”, expresó con firmeza.
“Estoy indignado porque esto no puede seguir pasando”, insistió.
También criticó el descuido de las autoridades y la falta de acciones para evitar tragedias similares. “Esto es responsabilidad de todos los guatemaltecos. No soy adivino, pero sé que la otra semana o el otro mes volverá a pasar. Las cosas en Guatemala tienen que cambiar”, sentenció.
El accidente ha generado un fuerte debate sobre la seguridad vial y el control del transporte público en el país centroamericano. Mientras las familias lloran a sus seres queridos, las palabras del médico resuenan como un llamado urgente a la acción.