Buena parte de la actividad económica del noreste de Estados Unidos siguió paralizada por segundo día consecutivo, mientras comercios y propietarios de viviendas comienzan a evaluar los millones de dólares en pérdidas que deberán enfrentar tras el paso del huracán Sandy.
Mientras los principales mercados de valores estuvieron dos días cerrados por primera vez desde los ataques terroristas del 11 de setiembre de 2001, el transporte continúa sin funcionar y más de ocho millones de clientes de las compañías de electricidad están sin luz.
La empresa especializada Eqecat señaló que los daños totales por el huracán podrían rondar entre 10,000 y 20,000 millones de dólares, la mitad de ese total correspondiente a perjuicios sin seguros.
Los economistas señalan que incluso considerando el dinero que será necesario para recuperar la actividad y reconstrucción, las pérdidas para la economía en su conjunto podrían alcanzar los 50,000 millones de dólares, un duro golpe al crecimiento del cuatro trimestre.
“Este apagón comercial de la costa este podría resultar en pérdidas para el producto bruto interno que podría superar los daños por infraestructura”, dijeron Gregory Daco y Nigel Gault, de IHS Global Insight.
El gigantesco huracán que tocó tierra en Nueva Jersey en la noche del lunes convirtió a cuatro de las mayores ciudades del país, que son también centros económicos, en ciudades fantasma, incluyendo a Nueva York, capital mundial de las finanzas.
El barrio financiero de Manhattan estuvo desierto ayer. Muchos operadores y analistas trabajaban desde sus casas, organizando teleconferencias con sus clientes.